El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas afirma que el departamento del Gobierno canario actúa como un "anti-todo" y dificulta el desarrollo de los negocios.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, lamenta la oposición de la Dirección General de Salud Pública, dependiente del Gobierno de Canarias, a todos los proyectos del puerto: “Creo que Salud Pública es un anti-todo, pero, ¿Qué hacemos? ¿No desarrollamos la energía eólica marina, que es un negocio?”.
Ibarra entiende que las personas particulares o las organizaciones de la sociedad civil se posicionen a favor o en contra de los proyectos, pero le resulta difícil asumir que una administración, como es Salud Pública, se posicione sobre expedientes en los que, en principio, no tienen competencias, como sucedió con el proyecto de los megayates.
Interesado filtrado de informes
Tampoco le parece serio que se filtren determinados informes, “siempre del mismo órgano”, para llamar la atención de la opinión pública. Ibarra evita pronunciarse sobre si existe una connivencia, o unidad de acción, entre Salud Pública y el Cabildo de Gran Canaria, cuyas tesis parecen coincidir.
Otro de los proyectos a los que se pone resistencia es al de la instalación de una planta de gas en el puerto de Las Palmas. Ibarra recuerda que, a pesar de la oposición de Antonio Morales, la competencia de su autorización es de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno canario.
Afirma que si se quiere obligar a los barcos a parar los motores de combustible cuando estén en puerto y sumarse a la red eléctrica, tiene que ser a través de esta inversión, porque la red eléctrica general no tiene esta capacidad. Otra ventaja indirecta que tiene el proyecto presentado por el holding Totisa para esta planta de gas es que sus motores tienen una respuesta muy rápida, lo que conlleva un aumento en el uso de las energías renovables.
“Currar” por el baloncesto
En otro orden de cosas, Ibarra, que es muy conocido por su conocimiento del baloncesto grancanario, no evita posicionarse sobre la actualidad del Club Baloncesto Gran Canaria. Considera que hay que apoyar al equipo, pero recuerda que el deporte base es “más importante” a la hora de destinar el dinero público.
Considera que hay que trabajar mucho más en los patrocinadores para que el equipo alcance independencia económica y no cree que solo con campañas de imagen se pueda recuperar lo perdido: “Hay que currar y currar y eso es muy complejo”.