El presidente de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias considera que la pandemia ha contribuido a exacerbar las expresiones de xenofobia.
El presidente de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias (FAAC), Mame Cheikh, afirma que no tiene sentido bloquear a los inmigrantes en Canarias e impedir que se reúnan con sus familiares en otros puntos de España o Europa.
Cheikh estudió educación media en Senegal y su padre, que ya vivía en Canarias, lo orientó a seguir estudiando en las islas. Ahora está a cargo de hogares tutelados, ayudando a inmigrantes que ya han cumplido dieciocho años a tramitar los papeles. En su tiempo libre colabora con la FAAC “para tratar de cambiar un poco la situación” ayudando a cada inmigrante en su necesidad concreta.
Afirma que la inmigración va a seguir existiendo mientras existan las diferencias a nivel social entre los países: “No es que quieran salir, es que muchos están obligados a salir para huir de algo”. Afirma que los que llegan solo buscan un futuro mejor para poder ayudar a sus familias: “Su objetivo no es quedarse aquí, sino agruparse con sus familias, en muchos casos en Francia o Alemania. Actualmente es difícil salir de la isla por algo que no tiene sentido”.
La integración total
Considera que la integración de los inmigrantes sin la participación de la ciudadanía es imposible: “Necesitamos integrarnos todos, los nacionales también, y las personas racistas, que están fuera de la sociedad”. Asegura que en todos los lugares hay racismo, “pero afortunadamente no son la mayoría”. Entiende que la pandemia ha contribuido a exacerbar estas muestras de xenofobia: “Se busca echar la culpa al otro”.
Sobre la supuesta violencia de los jóvenes inmigrantes, afirma que ha habido peleas, “pero se ha generalizado a todos. Todos los días hay peleas en las discotecas, y eso no significa que los canarios sean delincuentes”.
Afirma que también se generaliza la idea de que los negros se llevan mal con los marroquíes: “Algo hay, porque son culturas e idiomas diferentes, pero eso no es motivo para separarlos, sino para buscar soluciones”. Su experiencia en centros de menores le ha enseñado que el mejor camino es informarlos: “Pero es perjudicial si la administración comienza por separarlos”.
Justicia social
Insiste en que la inmigración no es un problema exclusivo de Canarias, ni de España, sino de toda la Unión Europea. Su solución pasa por la “justicia social”, algo que, en su opinión, “está en manos de todos nosotros”.