El portavoz de Sí Podemos en el Parlamento de Canarias se alegra de que se hayan superado las contradicciones iniciales y se apueste por otro modelo energético.
El portavoz de Sí Podemos en el Parlamento de Canarias, Manuel Marrero, cree que el proyecto de la central hidroeléctrica de Chira-Soria en la isla de Gran Canaria se ha quedado obsoleta y se felicita de que su partido haya abandonado las dudas iniciales y apueste por otro desarrollo del modelo energético.
Marrero indica que su partido se debatió en una contradicción inicial con ese proyecto, pues había firmado un pacto en el Cabildo de Gran Canaria apoyando Chira-Soria si el expediente era respetuoso con las cuestiones medioambientales, algo que, reconoce, “era demasiado genérico”.
A partir de ahí, se ha abierto un debate interno en el partido partiendo de las premisas que si bien los pactos se deben respetar, eso no impide que se revisen. A ese respecto, los círculos de Podemos han concluido que el de Chira-Soria es un proyecto obsoleto y que no tiene toda la dimensión pública que debería tener, algo que la dirección del partido ha asumido. Marrero se alegra de que se estén superando esas contradicciones iniciales y se apueste abiertamente por otro modelo energético.
Salvar Fonsalía
Algo similar ha ocurrido con el puerto de Fonsalía en Tenerife, aunque en ese caso su partido ya partía de la negativa inicial. Han sido otros partidos, como Coalición Canaria y Nueva Canarias, los que han cambiado de posición porque han entendido que “sería terrible” que en una zona como esa, que tiene una protección especial, se malogre. No obstante, considera que haber parado la construcción no es un mérito que se deba adjudicar en exclusiva a Podemos, pues ha sido decisiva la movilización de una ciudadanía que tiene sensibilidad para las cuestiones medioambientales.
En defensa de una televisión pública
Marrero reitera el apoyo de su formación a que los servicios informativos de la televisión Canaria se presten desde el ente público y no se privaticen. Pero, además, defiende que los miembros de la junta de control de la televisión se puedan votar de manera individualizada, y no todos a la vez. Esto explica el hecho de que su partido no haya apoyado a la junta de control de RTVC sometida esta semana a consideración parlamentaria.
A esa razón añade que uno de los miembros propuestos por Coalición Canaria, el periodista Francisco Pomares, tiene causas pendientes con la justicia y no cree que sea la persona adecuada “para estar defendiendo los intereses generales de la sociedad canaria”.
El caso de Alberto Rodríguez
Marrero cree que la condena del exdiputado Alberto Rodríguez por parte del Tribunal Supremo tiene una “evidente” dimensión política porque es obvio, indica, que Podemos está “en el punto de mira” porque “ha señalado a quienes deciden en este país sin presentarse a las elecciones y eso es imperdonable”.
Considera que le hubiesen condenado incluso “si hubiera estornudado donde no debía”, como lo demuestra el hecho de que el alto tribunal haya recurrido al argumento de autoridad de la declaración de un policía para condenarlo. También reprocha a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet que haya retirado el acta al diputado, pues le da la impresión de que contribuye a condenar el activismo social.
Respetar a las minorías. Y a las mayorías
Sobre las críticas del concejal de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, sobre el abandono por parte de su partido, Marrero lo achaca a que no había costumbre de realizar primarias en los partidos. En estas elecciones internas, indica, se manifiestan los distintos puntos de vista, algo que supone “una nueva cultura política”. Pero eso, señala, no significa “nada más allá de eso”, pues una vez terminadas las primarias hay que asumir que “hay unas mayorías y unas minorías”.