María Auxiliadora Díaz aboga por considerar la agresión sexual como delito público

La magistrada recuerda que su persecución depende de la denuncia de la víctima, que puede renunciar por desconfianza en el sistema.

María Auxiliadora Díaz, titular del Juzgado de violencia sobre la mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria y directora de la cátedra de Derechos Humanos y Estudios de Género de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, defiende que las agresiones sexuales tengan la consideración de delitos públicos, es decir, que puedan ser perseguidos por la justicia aún sin que medie la denuncia de la víctima.

Recuerda que el actual Código Penal, que data de 1995, considera que el bien jurídico a proteger en los delitos sexuales es el de la honestidad de la mujer, por lo que que exige la previa denuncia de la víctima, "y eso debería desaparecer" para que pueda ser perseguido "incluso aunque la víctima no quisiera". Asimismo, defiende que se elimine la distinción entre abuso y agresión sexual, pues "abuso significa mal uso y eso es cosificar a la mujer". Considera que todos los delitos de esa índole son "ataques contra la libertad sexual, que serán graduados según sea el ataque en sí".

Perspectiva de género

Díaz señala que se ha avanzado en perspectiva de género en el marco de la judicatura, como lo demuestra el hecho de que casi semanalmente haya una sentencia novedosa a este respecto. Estima que quien más tiene en estos momentos "las gafas violetas" es el Tribunal Supremo y  "ahora falta que eso caiga hacia los órganos judiciales inferiores". 

Sin embargo, señala que no es suficiente con que existan órganos especializados, sino que estos tienen que dotarse de personas formadas en perspectiva de género: "Es necesario que se sepa cómo tomar declaración a una víctima, por qué los silencios, por qué vuelve con el agresor, para no interpretarlo como falta de verosimilitud".

Denuncias falsas

Asimismo, aboga por hacer campañas de sensibilización "para que sé de el paso de la denuncia, porque sabemos que el 75% no denuncia". Señala como causas que muchas mujeres tal vez no confían en el sistema, en el ámbito policial y judicial, o se sienten juzgadas porque la sociedad la sigue estigmatizando "y está la sombra de las denuncias falsas". A este respecto indica que en su trabajo diario no se encuentra con denuncias falsas, sino "con retiradas de denuncias".