La presidenta de la asociación de empresarios constructores y promotores de la provincia de Las Palmas afirma que el modelo de Visocan es el adecuado para impulsar el sector.
La presidenta de la asociación de empresarios constructores y promotores de la provincia de Las Palmas, María Salud Gil, asegura que la colaboración público-privada, a la manera en que la concibe la empresa pública Visocan, es el camino adecuado para dar solución al problema de la vivienda en Canarias.
La empresaria asegura que el momento actual está caracterizado por las dificultades y las oportunidades, por lo que considera que “no es tiempo de lamerse las heridas y sí de concentrarse en aprovechar las oportunidades”.
Una herramienta eficiente
Asegura que Visocan es una de las herramientas más eficientes del Gobierno de Canarias, pues ha posibilitado el desarrollo del negocio de la construcción y de la promoción al tiempo que provee un servicio público: “Ahí está la clave de la cuestión”.
Para su mejor desarrollo, considera imprescindible que se permita asumir a la empresa pública un mayor grado de endeudamiento, de tal forma que se implique más en el desarrollo del mercado de la vivienda. Asegura que hay promotores privados dispuestos a colaborar para poner en el mercado una promoción de 4000 viviendas.
Viviendas vacías
Sobre las viviendas vacías existentes en Canarias, Gil considera que la cifra de 150.000, avaladas por la Agencia Tributaria, puede ser una “barbaridad”. En cualquier caso, entiende necesario estudiar por qué esas viviendas están vacías, y si es cuestión de los impagos o problemas con la ley de la vivienda. Insiste en que, para resolver la cuestión de fondo, es necesaria una política de vivienda distinta, con una mayor colaboración público-privada.
Mano de obra
Sobre la dificultad para acceder a la mano de obra, Salud Gil considera desproporcionadas las publicaciones que hablan de que el sector va a exportar mano de obra extranjera por la falta de trabajadores locales.
Afirma que en la reunión que mantuvieron con el Ministerio de Migraciones para conocer las disfunciones en el sector, le comunicaron las dificultades en algunas categorías profesionales, y “de ahí a que se hable de un plan específico media un abismo”. Lo que sí existe, afirma Gil, es la disposición del sector de la construcción para el desarrollo de un plan de formación para personas que vengan de afuera.