Más de 700 personas superan en Canarias los cien años de edad y además lo hacen con calidad de vida, según reveló este jueves el consejero de Sanidad del Gobierno canario, José Manuel Baltar.
Precisamente la longevidad de la población, que en pocos años tendrán más de un millar de centenarios, supone uno de los retos más importantes para el sistema sanitario: “Todos los sistemas sanitarios estamos reorientándonos en esa dirección, para atender ese incremento en la esperanza de vida”.
Baltar hizo un amplio repaso a todos los aspectos del sistema que tiene a su cargo desde hace nueve meses. Destaca que si bien las encuestas suelen situar a la sanidad canaria entre los últimos lugares, no hay que poner el énfasis en “los mensajes de negatividad”. A su juicio, es importante estudiar cómo se ha llegado a esa situación: “Este ha sido un territorio excepcionalmente colaborador con el Estado español que ha cumplido estrictamente con las obligaciones que el Estado le marcó cuando comenzó la crisis. Otros territorios se desfasaron cientos de millones de euros. Algunos programas quedaron totalmente paralizados. Cuando llegó el Estado a compensar no recibimos la compensación de ese parón. Eso me parece grave”.
Sin embargo, se muestra optimista dada “la especial sensibilidad tanto del presidente del Gobierno canario como de todo el espectro parlamentario”, que coinciden en que “hacen falta recursos para la sanidad porque fuimos especialmente castigados durante la crisis”.
Esta falta de recursos explica la derivación a la sanidad privada: “recurrimos a la privada en la medida en que necesitamos resolver un tema. Tenemos plantillas más cortas y tenemos programas menos desarrollados, que es lo que estamos tratando de recuperar”.
También hay que considerar, indicó, los abusos que se hacen de la sanidad. Así, señaló el caso de “determinadas élites del norte de África, de Senegal y Mauritania, que saben que llegan aquí y reciben una asistencia homologable a las mejores del mundo y completamente gratuitas”.
No obstante y respecto de la precaución con las que hay que tomar las encuestas de satisfacción, Baltar señala que en el Barómetro Sanitario Nacional, que es de dónde los informes obtienen los datos, “los canarios salimos fatalmente parados, pero cuando vamos al ciudadano que ha tenido que utilizarla, sobre todo cuando ha tenido situaciones graves, ese ciudadano está súper satisfecho”.
Necesidad de mejorar las urgencias
El consejero reconoció que algunos servicios de urgencias están en mal estado, lo cual explica atendiendo a diversas causas. La primera es que las urgencias “no se pueden programar, hay que atenderlas en aluvión cuando se producen en aluvión”. La segunda es que, efectivamente, “las infraestructuras se han quedado desfasadas”. La tercera es que hay personas en urgencias “que no deberían estar allí y allí no tienen dispositivo para que las personas esperen dignamente. No tenemos la capacidad de drenaje, de posicionar a estos pacientes con alto nivel de dependencia en un entorno apropiado. Los protocolos son técnicos, pero no tenemos capacidades intermedias para resolver esos problemas los días que se producen. Diariamente podemos tener algo más de cien personas en lista de espera para encontrar una cama de este tipo”.
No obstante, señaló que la atención en urgencias “es buena” gracias al alto nivel de sus profesionales.
Mejorar en la eficiencia
El consejero señaló la necesidad de incrementar la capacidad resolutiva del médico de familia: “Hay que hacer un esfuerzo tecnológico de información para incrementar su capacidad de resolución y ay que darles un refuerzo a través de un especialista al final del teléfono o del ordenador que evite un viaje inútil a otro sitio”.