La directora general de Emalsa pone de relieve las dificultades de la empresa debido al incremento del precio de la energía y el retraso en el pago de las deudas del Ayuntamiento.
La directora general de Emalsa, Mercedes Fernández-Couto afirma que si bien el Plan Hidráulico de Las Palmas de Gran Canaria sigue “vivo”, no está “tan vivo como debería estarlo”, ya que se trata de unas infraestructuras y actuaciones de carácter “muy urgente” para el abastecimiento de agua de la ciudad.
“La urgencia es máxima”
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa) presentaron en 2020 el nuevo Plan Estratégico de Infraestructuras Hidráulicas, un proyecto de transformación y mejora de la red de abastecimiento y saneamiento integrado por cerca de un centenar de actuaciones. Este conjunto de acciones debía suponer la mayor inversión en la historia de la ciudad en la red hidráulica, con una financiación de 660 millones de euros y la generación de en torno a 8.000 empleos durante los próximos diez años.
Sin embargo, casi dos años después, el plan no ha comenzado a ponerse en marcha y, según Fernández-Couto, tenía que haber comenzado ya, porque no es posible seguir retrasando: “La urgencia es máxima”.
Estabilidad financiera
Esto se suma a la preocupación de la empresa sobre su estabilidad financiera debido al incremento del precio de la electricidad y el retraso en el pago de las deudas por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Sobre el precio de la electricidad, Fernández-Couto afirma que el incremento ha sido “brutal”, hasta triplicar y cuadruplicar los gastos de años anteriores. Esto supone para la compañía el pago de cuarenta millones de euros cada año. La directora general señala que, además, estos precios ya no se pueden negociar en forma de una tarifa plana, porque ninguna suministradora quiere suscribir ese tipo de contratos debido a la alta volatilidad de los precios.
Esto, indica Fernández-Couto, pone a la empresa en riesgo incluso de quiebra y están trabajando para tratar de acometer inversiones rápidas que mejoren la eficiencia energética y así minimizar los costes. Estas actuaciones incluyen el emplazamiento de placas fotovoltaicas en los tejados de las distintas infraestructuras de la compañía.
“No sé lo que va a pasar”
Sobre el dinero adeudado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la directora general indica que se trata de 35 millones de euros muy necesarios en este momento “tan crítico”. Le consta que la corporación que preside Augusto Hidalgo lo está tramitando “pero se prolonga mucho y cada vez se acumula más deuda”. Se trata, insiste Fernández-Couto, de un momento “muy delicado” en el que se está poniendo toda la intención, “porque si no, no sé lo que va a pasar”.
Reconocimientos y economía circular
En otro orden de cosas, la compañía Emalsa acaba de recibir un premio a la excelencia en recursos humanos durante la pandemia, algo que Fernández-Couto asume con orgullo porque “era necesario hacer un reconocimiento a toda la plantilla”. Recuerda la puesta en marcha del plan de contingencia, la formación de un comité de crisis y la formación continua a los empleados, pero recalca que el éxito ha sido “la implicación constante de los trabajadores”.
Asimismo, Iagua organizó recientemente la Water Summit, en la que Fernández-Couto tuvo ocasión de reflexionar sobre la calidad del agua y la economía circular. Se trata, afirma, de la reutilización del agua que se emite en los vertidos y que se pueden destinar al riego urbano y al riego agrícola, algo que requiere de infraestructuras de calidad. El objetivo es llegar al cien por cien “si aprovechamos bien los distintos fondos, incluyendo los europeos”.