→ «Un ochenta por ciento de los usuarios domésticos que consuman hasta 20 metros cúbicos, verán su recibido disminuir en 2025» → «Los malos tiempos han quedado atrás y ahora miramos el futuro de otra manera» → Se ha hecho mucho daño a la imagen pública de Emalsa, pero la valoración positiva de los usuarios nos ha permitido cambiar esa visión»
La directora general de Emalsa, Mercedes Fernández-Couto, señala que la nueva ordenanza municipal reguladora del servicio de saneamiento y vertidos, el reglamento municipal de abastecimiento de agua y el plan plurianual de tarifas 2025-2029 aprobados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, suponen unos cambios que van «mucho más allá» de un simple cambio tarifario.
Un «cambio de concepto»
Se trata, indica, de «un cambio de concepto en la concepción del ciclo integral del agua». Así, uno de esos cambios consiste en introducir el principio de «no pagar por algo que no se consume. Eso desaparece».
De esta forma, el recibo incluirá ahora una cuota fija por el servicio, pero, a partir de ahí, «solo se paga por lo que se consume». Y, además, quien más consume, «más paga», pues «se va a primar quien consume de manera sostenible y razonable».
Hasta un 80% podrán ver reducido el recibo
Para valorar el uso razonable del agua, se atenderá al número de personas empadronadas en cada uno de los domicilios, de tal forma que el recibo no se incremente en el caso de familias numerosas.
Con todos estos cambios, Fernández-Couto entiende que hasta un ochenta por ciento de los usuarios domésticos que consuman hasta 20 metros cúbicos, verán su recibido disminuir en 2025.
Adiós a los «malos tiempos»
Fernández-Couto confía en que los «tiempos malos» en las relaciones entre Emalsa y los grupos de gobierno del Ayuntamiento capitalino hayan quedado atrás y ahora puedan mirar el futuro «de otra manera», enfocados a hacer las inversiones necesarias para eliminar todos los puntos críticos del ciclo y ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía.
Señala que, en épocas anteriores, se ha hecho «mucho daño» a la imagen pública de la compañía, pero la valoración positiva de los usuarios ha permitido cambiar esa visión, pues la ciudadanía ha apreciado la calidad con la que se presta el servicio.
Inversión de 800 euros
Para mejorarlo se necesitan ahora 800 millones de euros de tal forma que se pueda completar el plan estratégico, cuya financiación tiene que salir de «todos los lugares posibles». Fernández-Couto señala que ya hay un cronograma en marcha con obras que ya están haciéndose y otros que dependen de tramitaciones y de la aprobación de los fondos.