El artista, a sus casi 89 años, afirma sentirse preparado para morir una vez ha vuelto a encontrarse con Jesucristo tras cuarenta años "dándole la espalda".
A sus casi 89 años, el artista Pepe Dámaso afirma sentirse cada vez más “santo” algo que achaca a que, por una parte. ya no se empalma debido a una operación de colon, y, por otra, a que ha vuelto a encontrarse con Jesucristo tras cuarenta años “dándole la espalda”.
En esta biográfica entrevista, Dámaso manifiesta su fe y esperanza en la religión. Enuncia que quiere a Jesucristo, del que afirma haber estado alejado durante cuarenta años, “pero sin olvidarlo”. Considera que la religión y el humanismo han de ser las señales de un siglo XXI que, sin esos valores, corre el riesgo de no salir adelante.
Por si acaso el humanismo de “la verdad y la bondad” no funcione, Dámaso aboga por una gran “revolución social” que sea de los pobres, porque no está de acuerdo con el mundo ni con el sufrimiento.
Un hombre “archipielágico”
A pesar de estos deseos de escala universal, Dámaso se considera un hombre “archipielágico” que decidió quedarse en las islas aún cuando otros artistas buscaban fama en Madrid: “Ahora puedo tener menos fama, pero mucha más felicidad y estoy recibiendo un cariño de la gente que pocos artistas habrán recibido”.
Este “sacerdote de la cultura”, como se considera a sí mismo, recuerda su amistad con César Manrique, del que le sorprendía la admiración que le tenía.
Homosexualidad “sin ningún trauma”
Señala que no le molesta ni la palabra homosexual ni maricón, “porque siempre lo ha llevado bien”, y nunca fue obstáculo para su completa realización “sin ningún trauma”. Ahora es ya un poco “santo” porque no se empalma y tiene otro sentido del sexo.
Afirma que está preparado para morir, pero desea que sea en su casa.