El periodista lamenta la falta de empatía de las administraciones y la ciudadanía europea con los problemas del continente africano.
El periodista Pepe Naranjo considera que las olas migratorias desde África a Europa no van a cesar en los próximos años, pues no aprecia ninguna mejora significativa, sino, más bien, un empeoramiento, en la situación económica del continente.
La vacunación, la mejor prueba
Asegura que la vacunación contra la covid-19 es “la mejor prueba del mundo en el que vivimos”, pues si bien al principio se afirmó que mientras no estuviera vacunado todo el planeta, todos los países estarían en riesgo, lo cierto es que, actualmente, menos del 3,5% de la población africana está vacunada.
Señala que esto va a producir un retraso “enorme” en la normalización de la vida en el continente y, sobre todo, va a retardar la recuperación económica. Y todo ello se debe, denuncia, al “acaparamiento de vacunas” por parte de los países ricos, de un recurso que, además, es limitado por las dificultades de producción.
A esto se suma la dificultad para hacer test contra la enfermedad. Así, en Senegal, país en que reside Naranjo, solo se realizan unos 2.000 test al día, lo que es una cantidad “ridícula” si se la compara con la de los países europeos. Cada día se detectan en el país unos 60 casos, aunque para todos es evidente que la cifra es mayor. El continente está saliendo ahora de su tercera ola, “pero es evidente que el virus está circulando y la percepción ciudadana de que ya no es un problema”.
El drama del cambio climático
A esto se añade el problema del cambio climático, que es dramático para el continente, máxime si se tiene en cuenta que es la zona geográfica que menos gases con efecto invernadero produce, pero es el que más sufre sus consecuencias.
Naranjo señala que esos efectos se pueden observar a simple vista, con el incremento de los desiertos y la irregularidad de las lluvias, lo que dificulta el desarrollo de la agricultura y fomenta la migración hacia las ciudades.
Así, la mitad de la población vive ya en ciudades, con macrociudades como la de Lagos, en Nigeria, que cuenta ya con al menos veinte millones de habitantes. Esto repercute en los problemas de fondo del continente, como la pobreza y la explotación, que siguen sin resolverse.
Falta de empatía europea
Por estos motivos, Naranjo no cree que vayan a disminuir los flujos migratorios en los próximos meses, pues “los va a seguir habiendo y nada indica que esto vaya a cambiar”. Señala que los migrantes conocen los riesgos y saben de la altísima pérdida de vidas humanas en el mar.
El periodista indica que sociedades como la canaria, la española y la europea no se pueden permitir esta situación, pero no es muy optimista: “Si hemos visto la irresponsabilidad de algunos comportamientos con la covid”, tiene pocas esperanzas en que vaya a haber más empatía con los migrantes.