Plataformas feministas se declaran en “rebeldía” para convertir las reivindicaciones en políticas reales

Las plataformas feministas, representadas en Canarias por la Red Feminista de Gran Canaria y por la plataforma 8M Tenerife, se declaran "en rebeldía" para que las reivindicaciones que han llevado a las calles en los últimos años se conviertan en políticas reales para la igualdad de las mujeres. Sus respectivas portavoces, Nereida Vizuete y Carmen Pérez, coinciden en señalar que el trabajo realizado hasta ahora ha dado importantes frutos, como visibilizar la situación de las mujeres, abrir múltiples debates y avanzar hacia la igualdad real.

Sobre el recientemente presentado anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, Vizuete señala que el camino de la tramitación aún será largo y, en cualquier caso, habrá que acompañarla de otros tipo de acciones, como la formación y los presupuestos. No obstante, se satisface de que se dé este paso en un problema "complejo" y que "no tiene una solución simple". 

A este respecto, afirma que es preciso especificar bien los delitos contra la libertad sexual, pero también es importante que los operadores jurídicos estén especializados en la materia, "que no hagan preguntas impropias que ponen más peso sobre la propia víctima" o que no haya medios de comunicación "que hablan de hombre enamorados en casos de agresión".

Afirma que entre las chicas hay una cuota mayor de acercamiento al feminismo, pero cuando se les explica a los chicos se observa que se pueden cambiar las dinámicas".

Reacción "virulenta" de la derecha

Por su parte, Carmen Pérez coincide en que la tramitación de la ley será un largo camino en el que habrá que profundizar en su contenido. Destaca la reacción "virulenta" de la derecha y la ultraderecha y pide "responsabilidad de Estado" para no tratar a la población "como tonta". Señala que, con anterioridad, ya han existido leyes encaminadas hacia la igualdad a las que  le faltan recursos y fichas financieras o que son operativas en las ciudades, pero no en los pueblos. 

No obstante, apunta que las mujeres seguirán teniendo miedo mientras no sean creídas, "mientras que la palabra que se cuestione sea la nuestra". Es partidaria de medidas punitivas "porque no se pueden ir de rositas tras cometer un delito tan grave" que deja a mujeres con secuelas que arrastrarán toda su vida: "Pero las medidas punitivas no van a acabar con todos los casos de violencia". 

Lo que sí es importante, a su juicio, es que no se llame abuso a lo que es violacion, o que se incluyan atenuantes que no tiene razón de ser. Llama a poner énfasis a las violaciones "normalizadas", las que se dan dentro de las parejas y los matrimonios.

Sobre el pin parental asegura que es una iniciativa que cuestiona todo el sistema educativo, "lo que significan al ética y los valores en la educación" y que constituye a los padres en dueños de sus hijos, en vez de fomentar que pienses por sí mismos. 

Considera que uno de los fuertes del movimiento feminista en estos años ha sido visibilizar la diversidad de las mujeres, pues no todas sufren de la misma forma, "influye de dónde se viene, la orientación sexual, etc.".