El catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria defiende bajar a un mayor nivel de concreción y espera que el próximo ejecutivo incorpore más técnicos.
El catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Roque Calero, afirma que la ley canaria de cambio climático, aprobada durante la pasada legislatura es «poco realista» y no se ajusta al caso concreto de las islas.
Una ley «complicada»
A su juicio, el hoy consejero en funciones de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático, José Antonio Valbuena, hizo una serie de leyes «muy complicadas» cuyo efecto ha sido crear «más burocracia» y ralentizar todos los procesos.
No obstante, Calero recuerda que una ley no es más que un marco de actuación, y en el caso de la ley canaria de cambio climático, se ha quedado en eso pues, a su juicio, «no existen planes concretos para desarrollarla».
Indica que lo que se requiere es que este tipo de cargos no se dejen en mano de personas de los distintos partidos, sino que lo conveniente sería que las distintas formaciones dispusiesen de una plantilla de ejecutivos para cada departamento, «con capacidad para ejecutar las distintas funciones».
«Poca cosa», pero con tareas pendientes
Roque Calero señala que si bien Canarias supone «poca cosa» en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial, eso no es óbice para hacer «lo poquito que podamos hacer». sobre todo a nivel de adaptación a las consecuencias.A este respecto, considera que es preciso avanzar todo lo posible en el uso de las energías renovables y garantizar el acceso al agua.
A este respecto, Calero considera que uno de los principales problemas que tendrá que abordar Canarias en los próximos años es el del acceso al agua, un elemento básico para que siga existiendo el sector primario.
Perspectivas ante la nueva legislatura
Sobre la próxima legislatura, con nuevas personas a cargo de las distintas competencias en materia de energía, Calero espera que en los próximos cuatro años se pongan en marcha muchos planes de sostenibilidad de los que Canarias puede depender en los próximos diez años. No se posiciona sobre las políticas que harán hasta esperar «a ver qué hacen», porque en los programas electorales «hay una falta de concreción total».