→ «Esta modalidad económica supone ya el doble que la agricultura en PIB» → «Nunca se ha visto que una actividad económica requiera renovar la licencia cada cinco años» → «Se ha producido un desplazamiento de la oferta tradicional de apartamentos a viviendas vacacionales» → «En política estamos más a mensajes cortoplacistas que a tomar decisiones que tiendan a mejorar las condiciones sociales»
Rosa Rodríguez, coordinadora de estudios del Colegios Oficial de Economistas de Las Palmas) y del informe “Una aproximación a la realidad económica de la vivienda vacacional”, asegura que hay algunos intereses orientados a que desaparezca la modalidad del alquiler vacacional o a que este pase a las unidades de explotación empresariales.
Un nicho de mercado creciente
La doctora en Ciencias Económicas y Empresariales señala que la vivienda vacacional es un nicho de mercado creciente y, desde el punto de vista legislativo, no se puede ir contra una demanda ya existente, pues, a su juicio, se correría el riesgo de perder ese tipo de cliente.
Indica que la suma de viviendas vacacionales y extrahoteleras suponen el 53% de la oferta. En total, las viviendas vacacionales suponen 189.000 plazas, un 34% de las existentes, observándose un desplazamiento desde los apartamentos y bungalows a esta nueva modalidad.
Con una facturación de 1.726 millones de euros, el sector representa un 3% del PIB canario, duplicando a la agricultura y superando a la industria manufacturera. Por este motivo, Rodríguez no entiende que la ley pretenda que deje de existir: «¿Dónde se ha visto que a una actividad económica se le exija renovar la licencia cada cinco años?>>.
Pequeños propietarios
Señala que la vivienda vacacional está en manos, fundamentalmente, de pequeños propietarios que, de esta manera, ven incrementada su renta. Los grandes tenedores, es decir, los que disponen de más de diez viviendas, solo suponen un 6,11%. Un 11% por encima de cinco.
«Mensajes cortoplacistas»
Considera que el Gobierno canario no está abordando correctamente la regulación del alquiler vacacional y entiende que en política se está más a «mensajes cortoplacistas que a tomar decisiones que tiendan a mejorar las condiciones sociales». A este respecto, señala que la eliminación de la vivienda vacacional podría suponer enviar a más personas a vivir bajo el umbral de la pobreza.
Entiende que el alquiler vacacional no es el principal responsable del incremento de los precios del alquiler residencial, pues, a su juicio, la causa hay que buscarla en la importante cantidad de viviendas vacías: «Hay que hacer confluir los intereses del arrendador y del arrendatario».