Su presidente, Francisco Rodríguez, se satisface de la buena marcha del curso, un éxito que atribuye al trabajo que están haciendo los centros.
Se acaba de constituir en las islas el sindicato profesional de Inspectores de educación (USIE Canarias), cuyo presidente, Francisco Rodríguez, pone de relieve el hecho de que sea la única organización de este tipo que existe a nivel nacional para defender los intereses de un colectivo que suma a mil quinientos trabajadores en el conjunto del Estado y a setenta en Canarias.
Rodríguez señala que las competencias de los inspectores de educación abarcan tres ramas: la de informar a la comunidad educativa, la de asesorar ante los problemas que puedan surgir tanto en la dimensión pedagógica como administrativa, y supervisar los centros educativos, con un ratio en Canarias de treinta centros por inspector.
Independencia y unicidad de criterio
Afirma que uno de los principios básicos de la inspección es la unicidad de criterio en la actuación, lo que requiere de una previa coordinación del servicio: “Tenemos todos los mecanismos para que exista esa coordinación”, si bien señala la posibilidad de que, debido a las dificultades, en algunos casos se pueda proporcionar información contradictoria.
Considera que la nueva ley educativa supone un “ataque total” a la independencia de la inspección, pues si bien la selección de los inspectores debería “ser profesional, técnica y objetiva”, lo cierto es que, al eliminar la palabra “prueba” de los requisitos para acceder a los puestos, “se da pie a que el acceso se pudiera hacer de manera menos objetivas, incluso de forma subjetiva”.
Buena marcha del curso
Rodríguez se satisface de la “muy buena marcha del curso” en Canarias, algo que, señala, ha sorprendido a toda la comunidad educativa, sobre todo por las dificultades de los primeros momentos, en los que los equipos directivos de los centros llegaron a sentirse “abandonados”. Señala que fue en esos momentos en los que se percató de la necesidad de un sindicato que pudiera dar voz “a un colectivo que trabaja en la sombra”.
Ahora señala que están en “una nueva etapa” tras los cambios en la Consejería de Educación, con un nuevo equipo “con otro talante”, por lo que espera que las cosas vayan “a mejor”. Apunta que en las primeras reuniones “se han tendido puentes de comunicación directa” en la que los inspectores han transmitido su intención de trasladar las demandas para mejorar la prestación del servicio y su disposición a contribuir a la mejora del sistema educativo.