Vicente Peña, coordinador de trasplantes en las Islas, señala que hay que seguir trabajando en la concienciación social.
Peña observa un incremento de las negativas a la donación de órganos en los últimos dos o tres años, una tendencia de la que no se conoce con exactitud a qué obedece, pero que supone un importante hándicap para una comunidad, como la canaria, que registra unos 90 o 95 donantes cada año.
Si bien la ley dice que todas las personas son donantes si no expresan lo contrario, lo cierto es las familias "te dicen que no porque no, y no puedes insistir mucho". Otras veces los familiares señalan que no saben cuál era la voluntad del fallecido "y entonces te dicen que no". Peña aboga por seguir la tarea de concienciación y recordar a la gente que "polvo eres y en polvo te convertirás". Asimismo, alerta que el carné de donante no tiene la validez que se requiere, según han dicho los jueces, por eso, es más importante "expresar nuestro deseo a la gente que quieres".
El problema de la baja mortalidad
Canarias es de las mejores regiones del mundo en donación de órganos "si nos comparamos con el conjunto del mundo, en el que la donación no es muy alta". Así, España es el mejor país del mundo en tasas de donación y trasplante, pero Canarias es una de las comunidades con menor mortalidad, lo que motiva una menor tasa de donantes. Un 20% de los donantes en Canarias son extranjeros, frente al 10% nacional.
En España, la donación de órganos permite realizar un trasplante al 60-70% de los pacientes en lista de espera, mientras que en el conjunto del mundo no se llega al 10%. Un 5% de los pacientes en lista de espera, fallece, porque "los trasplantes dependen de que otras personas fallezcan, y si no fallecen, no hay trasplantes". Asegura que, en cualquier caso, la mayor tragedia es que alguien fallezca y haya mostrado su voluntad de no donar los órganos.
Los trasplantes se realizan atendiendo a la gravedad de la situación del receptor y a otros criterios como la compatibilidad y la localización geográfica, "porque los órganos solo pueden estar fuera del donante un corto espacio de tiempo".
El experto asegura que una de las grandes revoluciones para el éxito de los trasplantes lo constituyen los medicamentos inmuno-depresores, que reducen el nivel de rechazo.