Jorge de Miguel, gerente de la Fundación Tenerife Rural y director de La Casa del Vino, y Lucas Maes, chef del restaurante Xarko, nos explican los elementos que convierten al centro en un lugar de obligada visita.
La Fundación Tenerife Rural es una entidad público-privada puesta en marcha por el Cabildo de Tenerife para valorizar el mundo rural de la isla y a la que se han ido sumando entidades privadas, entre fundadores, colaboradores y benefactores, que aportan distintas cantidades económicas, según señala su gerente, Jorge de Miguel.
Se trata de entidades que, señala De Miguel, apuestan por la isla de Tenerife, más allá de los beneficios concretos que les pueda proporcionar. Indica que, después de 25 años, los principales directivos de las empresas siguen asistiendo a los patronatos, lo que demuestra su nivel de interés.
No tener complejos
Su norte es la promoción de los productos de calidad y constituye una pieza más del puzzle del Cabildo de Tenerife para poner en valor los productos de la isla y ayudar a que no se pierda el mundo rural. A este respecto, lamenta que no sea habitual la presencia de los vinos de Tenerife en las cartas de restaurantes y hoteles, algo en lo que se tiene que seguir trabajando. Llama a los tinerfeños a no tener el complejo de que lo de afuera es siempre mejor, y “si se comienza a pedir vinos de Tenerife, los hosteleros se verán forzados a ofrecerlos en sus cartas”.
La entidad cuenta con un millón de euros de presupuesto, de los cuales el Cabildo pone unos 400.000 euros. Entre otras gestiones, se encarga de la Casa del Vino, a la que, anualmente se acercan unos 65.000 visitantes.
Cocina tradicional con producto local
En la casa del vino está situado el restaurante Xarko, cuyo chef es el reputado Lucas Maes. Abierto hace nueve meses, sus propuestas gastronómicas tienen por base la cocina tradicional, constituida por los platos clásicos de la isla, elaborados en base al producto local, pero ofreciendo una visión moderna.