El agricultor y apicultor, propietario de la finca Api-agro El Valle en Tenerife, comparte la titularidad con su mujer, una modalidad no tan frecuente en Canarias.
Willy Acosta es agricultor y apicultor, propietario de la finca Api-agro El Valle en Tenerife, y comparte la titularidad con su mujer, una modalidad no muy frecuente en Canarias. Además, es presidente de la asociación apícola y defensa sanitaria ADS Abecan y secretario insular de Tenerife, así como directivo regional de Palca.
Joven entre «maduritos»
A sus 43 años de edad se considera aún «joven» en un sector «más bien madurito», en el que la media de edad supera, con mucho, los cincuenta años, debido a la falta de relevo generacional.
En su finca se dedica a los frutales, como la manga y el aguacate, así como a la miel. Señala que recogió una finca abandonada y, junto a su mujer, comenzaron a restaurarla, plantando «y avanzando».
Poner «el corazón»
Señala que el aguacate no es tan rentable como la gente piensa, pues ya ha pasado su pico de precio y ahora ha ido descendiendo: «Puede que ya no sea un producto tan rentable y no recomiendo dedicarse a ningún tipo de monocultivo», máxime en una producción que requiere importantes cantidades de agua.
Considera que el sector primario «tiene futuro» porque es algo que «apasiona y en el que se pone el corazón». Señala que el secreto es que «si no funciona, hay que hacerlo funcionar», buscando las fórmulas, «porque contamos con el clima, aunque con la dificultad del agua».