El candidato al Parlamento y al Ayuntamiento de La Laguna por Drago Verdes Canarias rechaza que su formación sea una escisión de Podemos.
El candidato al Parlamento y al Ayuntamiento de La Laguna por Drago Verdes Canarias, Alberto Rodríguez, afirma que lo que le ha motivado a concurrir a las próximas elecciones es la necesidad de una fuerz progresista que defienda los intereses de Canarias desde las islas y no «desde miles de kilómetros».
«Partimos de la experiencia de que cuando en las organizaciones el centro de decisión está a miles de kilómetros no sirve para defender los intereses del Archipiélago», afirma Rodríguez, en referencia a su anterior militancia en Podemos. Por ese motivo aboga por «una fuerza de plena obediencia canaria».
Señala que durante su militancia en la organización morada pudo ver «con tristeza» que cuando el archipiélago necesitaba una defensa firme, sus casos preocupan menos que cuando se trata de otras regiones. Pone de ejemplo el caso de las migraciones con los «campos de concentración» en el puerto de Arguineguín: «Si hubiese ocurrido en Madrid o Barcelona se hubiera actuado de otra manera, y eso es lo que nos podemos permitir».
Recurso de amparo
Rodríguez califica de «vergüenza» que el Tribunal Constitucional no se haya pronunciado sobre su recurso de amparo después de aceptar su tramitación por su especial relevancia política y social. Recuerda que el PSOE es el principal responsable de que yo no esté ocupando el escaño: «Fue una decisión política que nada tuvo que ver con la sentencia del Tribunal Supremo».
Asegura que el trasfondo de la retirada de su condición de diputado hay que buscarla en que algunas personas «no asumieron muy bien que defendiera los intereses de Canarias», aunque su propio partido estuviera en el Gobierno: «Eso les resultaba incómodo y decidieron quitarme de enmedio».
Contrario a Chira-Soria
Rodríguez reitera su posición contraria al proyecto de la central energética de Chira-Soria en Gran Canaria. En primer lugar, porque no se ha permitido que la sociedad canaria participe en esa decisión y, en segundo lugar, porque no se ha evaluado correctamente el impacto ambiental y el modelo energético que se pretende implantar.
Recuerda que se está dando una concesión a Red Eléctrica, una multinacional, «y cuando haya que tomar decisiones, se hará a tres mil kilómetros del archipiélago».