El concejal de LPGC critica al grupo de gobierno la decisión de recuperar los procedimientos negociados sin publicidad que fomentan las contrataciones ‘a dedo’
La pasada semana, el tripartito que gobierna en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (LPGC) —PSOE, LPGC-Puede y Nueva Canarias— anuló un acuerdo de 2014 regulado por el Partido Popular, gobernantes en la pasada legislatura, por el cual se obligaba a contratar mediante concurso abierto todas aquellas obras por importe superior a 50.000 euros. La medida del Ayuntamiento ha sido criticada por la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas (AECP).
Con esta anulación, el Ayuntamiento puede así, desde el pasado mes de marzo, contratar a través del procedimiento de negociado sin publicidad, posibilidad «legal» que ha sido avalada por los responsables municipales de Hacienda amparándose en el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público con el fin de «agilizar la adjudicación de obras entre dos y tres meses».
Para el concejal popular Ángel Sabroso, sin embargo, “es un error la decisión que se ha tomado porque va en la dirección contraria a lo que se está haciendo en la mayoría de las administraciones públicas”, cuya pretensión es garantizar que haya “más transparencia, más participación y más libre concurrencia”, en la línea que recomendó Europa de “restringir los procedimientos negociados”.
“Negociado significa que se negocian las condiciones entre el concejal de turno y la empresa de turno”, continuó Sabroso, “sin que otras empresas puedan concurrir”, cuando lo que “exige y persigue la ley es que [esta modalidad] sean para contratos muy específicos”. El concejal ve en la decisión del gobierno municipal “una clara intención de recurrir más a los procedimientos negociados”, especialmente para la contratación de obra pública, para “correr en lo que les queda de legislatura y tener algún deber hecho” de cara a las próximas elecciones locales de 2019.
El concejal sospecha asimismo que con el procedimiento de negociado sin publicidad se puede abrir la puerta al amiguismo y las contrataciones a dedo, por lo que se preguntó “cuál es el problema con los procedimientos abiertos, si mientras más competencia y transparencia haya más gana el interés general”, dado que los contratos se podrán licitar “a las empresas más cualificadas por cuantías menores”.