El viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias apunta que la construcción no tiene capacidad de cubrir el descenso del PIB por la falta de llegada de visitantes.
El viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Antonio Olivera, afirma que no es realista esperar que el sector público pueda cubrir las pérdidas económicas producto del parón turístico. Señala que el sector turístico aporta cada año 16.000 millones de euros a la economía canaria, lo que representa un 35% del PIB, mientras que el presupuesto de la comunidad autónoma es de unos 8.000 millones, por lo que “habría que duplicarlo para compensar desde lo público las pérdidas. Eso no es realista”.
Por eso indica que lo más importante en este momento es que la actividad turística se recupere “cuanto antes”, controlando la situación sanitaria por la vía de mantener el índice de incidencia acumulada y avanzar en el proceso de vacunación “para que cuando llegue el verano y se esté en condiciones de recuperar la movilidad tengamos fama de ser un territorio seguro. Eso está en nuestras manos”. Mientras tanto, dice, el sector público puede mantener “en coma inducido” la mayor parte del tejido productivo, “pero ni siquiera lo podremos salvar todo”.
Insuficiencias de la construcción
Olivera indica que el sector de la construcción, por importante que sea, “no deja de representar un 4 o 5 por ciento” del PIB canario, por lo que su función puede ser ayudar a evitar una caída aún mayor, “por eso la activamos al máximo, pero no es suficiente para compensar el terrible golpe de la pérdida del turismo”.
Para que la construcción pueda activarse al máximo, el viceconsejero de Presidencia señala que se ha hecho un esfuerzo “importantísimo” desde el inicio de la legislatura para acelerar la redacción de proyectos de obras: “Se ha avanzado muchísimo y se siguen buscando fórmulas para reforzar los recursos humanos”. A su juicio, eso está permitiendo que se ejecuten cantidades millonarias en materia de carreteras.
Trato diferencial a Canarias
Antonio Oliveira asegura que el Gobierno canario está haciendo todos los esfuerzos posibles para captar la mayor cantidad de recursos posibles por parte del Gobierno central. No obstante, señala que el camino no consiste en “protestar” porque, en su opinión, esa vía “ayuda a hacer política, pero no a resolver los problemas”. Señala que es más eficaz “insistir mil veces”, aunque sea a costa de que acusen al presidente canario, Ángel Víctor Torres, de ser “un pesado”.
Señala que, por esa vía, “van saliendo cosas importantes”, aunque reconoce que el hecho de que las comunidades no reciban todo lo que esperan es un tema “con el que tiene que vivir no solo Canarias, sino cualquier región de España”. Indica que a Canarias se le añade la singularidad de los problemas, “lo que a veces cuesta más que los entiendan”. Sin embargo, recuerda que, aunque las medidas del Gobierno central han sido específica para los sectores y no para las regiones, “hay que reconocer que Canarias se ha beneficiado más en ayudas como los ERTE, las ayudas a los autónomos o el ingreso mínimo vital”.