La exdirectora del Festival de Música de Canarias teme que se pierda el ‘indiscutible’ prestigio ganado en 30 años
Rodríguez, que se enteró por la prensa de su cese en abril del pasado año y aún no ha obtenido ninguna explicación, alabó dos conciertos “muy interesantes” que no se programaron bajo su mandato, como los de las orquestas canarias que, dijo, se pudieron realizar en este XXXIII Festival porque “no habían dos directores titulares” que entraran en competencia. En respuesta “a quien dijo que era un bolo”, Candelaria Rodríguez quiso aclarar desde los micrófonos de El Espejo Canario que la Mozarteum de Salzburgo, que clausuró la edición 2017, “es una orquesta residente que participa en todos los festivales” de su ciudad y “el Réquiem [de Mozart, con el que cerró su actuación] lo tienen ‘en dedo’; los músicos saben a lo que me refiero”.
Sin embargo, Rodríguez también se quejó de la falta de público y de propuestas novedosas, como el concierto de música electrónica que tuvo lugar en el Castillo de Mata de Las Palmas de Gran Canaria, “que se viene haciendo desde la primera mitad del siglo XX y contó con 60 personas, de las que unas 20 abandonó el recinto” antes de acabar. Aunque reconoció que “es normal que esto pase cuando se hace algo nuevo” y ella misma mantuvo este tipo de propuestas durante su dirección, se vio obligada a reducirlos porque tenía la consigna de llenar los auditorios: “Si tienes que luchar por eso, lo que no puedes hacer es llenarlos con concursos del Carnaval porque este Festival tiene una filosofía” que se ha mantenido durante 30 años.
“Es muy legítimo que [la nueva dirección] cambie la filosofía, pero hay que mantener un respeto al evento”, dijo, y no introducir bandas porque “en un festival de bandas tampoco se pone una orquesta sinfónica” y “cada festival debe estar en su contexto”. Según Rodríguez, la respuesta que obtuvo cuando vía redes sociales planteó esta contradicción fue que “este es un festival de música” en el que cabe toda la música, explicación con la que se mostró en desacuerdo.
Ante la posibilidad de que con el “fracaso” previsible de esta edición se pueda considerar ‘muerto’ el Festival Internacional de Música de Canarias, la exdirectora manifestó su deseo de que no sea así “por mucho que le pese a algunos” porque en su trayectoria, paralela a la de la Comunidad Autónoma canaria, ha adquirido “un prestigio internacional indiscutible”. Rodríguez aseguró que entre “los músicos que han venido y quieren venir” al festival, ha calado una gran preocupación por su futuro. Uno de los aspectos positivos de esta situación, para la exdirectora, es que “nos ha permitido darnos cuenta de que la gente de aquí sí quiere el festival”.