El exconcejal de Urbanismo de SCT votó en contra al derribo del ‘mamotreto’ de Las Teresitas porque el Ayuntamiento ha asumido los 8M de gastos que, por sentencia, le corresponde pagar a los condenados.
“Yo voté en contra de la Junta de Gobierno porque se trae para su aprobación una adjudicación en la que, al proyecto, se le añade un pliego de mejora” que consiste en convertir en aparcamiento de superficie el solar que quedaría tras la demolición del inmueble conocido como ‘mamotreto’ de Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife, ha explicado a El Espejo Canario el exconcejal de Urbanismo de la ciudad Carlos Garcinuño, cesado por votar en contra de la orden judicial que ordenaba su derribo.
Garcinuño entiende esa sería en estos momentos “una obra y unos usos no permitidos” que “irían más allá del estricto cumplimiento de la sentencia” que no puede aprobar, por lo que su voto, “conocido por la Junta y por los concejales y el alcalde” porque “lo comenté antes de entrar”, no “fue traído a última hora de forma desleal como se ha dicho”.
Para el exconcejal, la clave de la polémica está en que “el Ayuntamiento está asumiendo demoler un bien suyo, cuando no está condenado, sin que haya hecho absolutamente nada para defenderlo”, por lo que le señala como el mayor responsable de “la chapuza” urbanístico-judicial ya que, tres años después y ante la posibilidad de volver a personarse en la causa para evitar correr con los gastos del derribo, ocho millones de euros que deberían asumir los promotores condenados, la ha rechazado. Ante esta situación, Carlos Garcinuño concluye que “me han cesado por defender el dinero de los chicharreros”.