El presidente del Cabildo de La Gomera y miembro del Parlamento de Canaria asegura que la información sobre el incremento de las dietas «no es veraz» y da lugar «a mucha demagogia interesada».
El presidente del Cabildo de La Gomera y miembro del Parlamento de Canarias, Casimiro Curbelo, asegura que los diputados canarios son los que menos cobran de toda España, motivo por el cual considera «demagógico», hasta cierto punto, el revuelo por el incremento de las dietas, en más del doble, de los miembros de la cámara regional.
«No hay una información veraz»
«No hay una información veraz», afirma Curbelo, que si bien reconoce que las dietas se han incrementado, recuerda que hasta los consejeros del Cabildo de La Gomera cobran más en dieta que un diputado cuando va al pleno: «Y la gente no ha dicho nada».
Llama a no hacer «demagogia» y afirma que no cobra ningún sueldo como presidente del Cabildo de La Gomera y que la mayoría de las dietas parlamentarias no las cobra.
Desequilibrio poblacional
En otro orden de cosas, Curbelo vuelve a incidir sobre los problemas de desequilibrio poblacional que, a su juicio, sufren las islas, un problema que hay que corregir «para lograr la igualdad de oportunidades».
Recuerda que no es igual el desarrollo turístico en unas islas que en otras, y que una obra que se hace en San Sebastián de La Gomera es «infinitamente más cara» que en Santa Cruz de Tenerife. Por ese motivo, para lograr la igualdad de oportunidades «hay que hacer políticas distintas».
La DANA en Valencia
Sobre la DANA que ha ocasionado numerosas muertes y destrucción en Valencia, Casimiro Curbelo espera que estos hechos sirvan para corregir en el futuro: «Hay que revisar los protocolos y volcarse con los afectados».
Aboga porque estos sucesos no sirvan para introducir nuevos mecanismos burocráticos que dificulte la llegada de ayuda: «Pongamos cordura porque el mundo ha cambiado».
La victoria de Trump y el fracaso de la política
Sobre la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, Curbelo señala que se trata del fracaso «de la concepción de la ciudadanía del quehacer político». Entiende la reacción de hartazgo por parte de la ciudadanía y asegura que si se hiciera una encuesta el resultado sería que la mayoría de las personas no creen en los políticos: «Tenemos que cambiar el chip».
Señala que la política consiste en la gestión de lo público y, a este respecto, llama a que cada político se pregunte qué ha hecho a lo largo del día para mejorar la sociedad «y esa foto no la pasaría la inmensa mayoría».