Cristian Castaño. portavoz del sindicato en Salvamar, recuerda que la zona SAR española abarca una extensión equivalente a tres veces el territorio nacional, 1,5 millones de kilómetros cuadrados.
La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO), a través de su portavoz en Salvamar, Cristian Castaño, exige al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de la que depende Salvamento Marítimo, que dote de personal suficiente a las unidades que operan en Canarias para asegurar su operatividad permanentemente y con tripulaciones a las que se garanticen jornadas de descanso suficientes.
Castaño señala que la llegada de inmigrantes a Canarias por vía marítima desde comienzos de año mantiene una tendencia al alza, tal y como la organización ya había venido alertando, y los últimos datos lo están corroborando. Ante este pronóstico, desde FSC-CCOO se insiste en la necesidad de que Salvamento Marítimo, punta de lanza en la salvaguarda de la vida humana en la mar, lleve a cabo políticas proactivas de protección a los migrantes, algo para lo que se requiere de personal suficiente en las unidades y tripulaciones a las que se garanticen jornadas de descanso suficientes.
Para FSC-CCOO la salvaguarda de la vida humana en el mar no puede estar sujeta a la burocracia presupuestaria o a interpretaciones estadísticas. La proactividad marca la diferencia entre la vanguardia o la mediocridad de un servicio.
Tres veces el territorio nacional
A este respecto, recuerda que la zona SAR española abarca una extensión equivalente a tres veces el territorio nacional, 1,5 millones de kilómetros cuadrados. De éstos, la mitad están en la zona del Archipiélago canario, donde los medios de salvamento marítimo no son en absoluto proporcionales a su extensión. Por ello, las búsquedas de vidas humanas exigen navegaciones más largas, con más horas de trabajo, que recaen sobre unas tripulaciones ajustadas a unos servicios puntuales y no a las necesidades reales.
Para el sindicato, la migración se ha convertido en un problema estructural, que requiere serios compromisos por parte de los estados de la Unión Europea y donde los migrantes deben estar en el centro de la ecuación. Todas las rutas migratorias por vía marítima entraña serios peligros cuando se llevan a cabo en embarcaciones hacinadas de dudosa construcción, con intervención de mafias, sin medios de navegación y salvamento apropiados, y donde hombres, mujeres y niños confían su vida a la suerte en su camino hacia una vida mejor.