La alcaldesa del municipio del Sur de Gran Canaria afirma que el "sentimiento de abandono" genera rabia entre la ciudadanía.
A Conchi Narváez, alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, le hubiese gustado que el ministro de Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, hubiese puesto en la agenda de su visita a Canarias una escala en el municipio sureño “porque somos los que más estamos soportando la llegada de pateras”, con problemas que van desde la retirada de las embarcaciones de la costa hasta lo que supone el alojamiento en establecimientos turísticos, “que no es la respuesta ideal cuando existen otras posibilidades”.
“Motor turístico”
Narváez insiste en que no era necesario recurrir a las instalaciones turísticas cuando existen instalaciones del ejército que están vacías. Recuerda que San Bartolomé de Tirajana es un “motor turístico y se dedica a eso”, por lo que su ambición debe ser volver a ser un referente de seguridad: “Con esto no pretendo enfrentarme a nadie. Esto va más allá de la política”.
No considera que haya sido vetada por el ministro, algo que tampoco le preocupa, siempre que “se tomen las soluciones”. En cualquier caso, disculpa al ministro por su ausencia en el municipio, pero se lo reprocha “a los que le cierran la agenda”. Considera que la sensación de abandono que sufren los habitantes del municipio genera “rabia”.