El Consejo Insular de Aguas declara la emergencia hídrica en El Hierro

Balsa de agua en el municipio de Frontera | Foto: Cabildo de El Hierro

Balsa de agua en el municipio de Frontera | Foto: Cabildo de El Hierro

El presidente del Cabildo, Alpidio Armas, afirma que en el plazo de una semana se pondrán en marcha tres desaladoras portátiles.

El Consejo Insular de Aguas de El Hierro ha declarado la emergencia hídrica en la isla por la situación de sequía. El presidente del Consejo y del Cabildo, Alpidio Armas, afirma que esta declaración atiende a la situación hídrica actual en la isla, derivada del notable descenso de precipitaciones en los últimos años. 

Se trata, dice, de una situación continuada de estrés hídrico del suelo por descenso grave de los caudales disponibles y una clara deficiencia de humedad para el desarrollo vegetativo de plantas y cultivos. Esto pone en grave riesgo el principal motor económico de la isla, agravada por el retraso de distintas obras de infraestructuras hidráulicas y las condiciones climáticas, con aumento de temperaturas y expansión del periodo estival.

Armas enfatiza que no es momento de buscar responsables y que el esfuerzo debe ir dirigido a buscar soluciones ante una situación muy preocupante y que afecta directamente al sector agrícola, pero de manera indirecta a otros como el ganadero, sobre todo tiendo en cuenta la proximidad del verano, con un incremento importante de la demanda tanto para el regadío como del agua para consumo.

Extensión durante seis meses

La situación de emergencia hídrica se establece por un plazo de seis meses al objeto de poner en marcha distintas medidas que se precisan para garantizar los caudales necesarios para la sostenibilidad de la producción agrícola y preservar plenamente los usos sanitarios y domésticos.

Dicha declaración conlleva implícita la declaración de utilidad pública o interés social, y cumplido el trámite de la ocupación, siempre que para la adopción de las medidas sea precisa la expropiación de bienes o derechos.

En el marco de esta declaración de emergencia hídrica, y en coordinación con las comunidades de regantes se llevará a cabo el control de asignaciones de aguas a usos, superficies, cultivos y dotaciones específicas; una campaña de buenas prácticas de riego y concienciación de control de consumos para lograr un riego eficiente; fijación y control de riegos por turnos y sectorizaciones; así como el control periódico de consumos y análisis de desviaciones, con actuaciones de corte en el suministro y aplicación de gravámenes en el precio del agua por consumos excesivos o sanciones, conforme a los estatutos respectivos y normativa legal de aplicación, según se recoge en su anexo.