El exconcejal de la formación en Puerto del Rosario abandona el partido por votar en contra de las prospecciones de tierras raras.
Felipe Rastrero, exconcejal de Vox en Puerto del Rosario, ha abandonado el partido tras desavenencias con la dirección de la formación a propósito de las prospecciones de tierras raras en la isla. Tras pedir la dirección que rectifique su posición, el edil ha decidido dejar el partido de Santiago Abascal y mantener el acta: «No tengo ninguna necesidad de hacer el ridículo».
Rastrero se afilió a Vox en el año 2019 sin intención de entrar en política y fue la dirección del partido la que contactó con él. Indica que la motivación para ingresar en la formación fue participar en una opción liberal, tras su desilusión por la actuación de Ciudadanos y el Partido Popular.
Entró a formar parte de la organización cuando observó que la situación en Gran Canaria era «tremenda», porque siquiera existían coordinadores en los tres principales municipios. Le habían advertido de que el partido «quemaba» a las personas que sobresalen, pero decidió seguir adelante y organizar el partido en la isla.
Trabajar por los vecinos
Los problemas comenzaron cuando lo eligieron concejal en Puerto del Rosario e intentó entenderse con todas las formaciones, presentando diecisiete mociones, de las cuales dieciséis fueron aprobadas por unanimidad. Asegura que en la dirección del partido se generaron recelos porque llegaba a entendimientos con el PSOE y CC: «Fui a hacer municipalismo y trabajar por los vecinos».
El punto álgido fue cuando se presentó en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario una proposición de rechazo a las prospecciones de tierras raras en Fuerteventura. Rastrero pidió a la dirección del partido asesoramiento sobre el sentido del voto, pero el portavoz regional del partido, el diputado Nicasio Galván jamás le contestó, salvo una indicación de que el partido apoyaba diversificar la economía sin destrozar el territorio. Como había informes contrarios a las prospecciones, Rastrero se alineó con los demás grupos y votó en contra.
«No tengo necesidad de hacer el ridículo»
Cuando la moción se presentó en el Parlamento de Canarias, Nicasio Galván le pidió los informes y propuso la abstención o el voto en contra, en coherencia con lo que se había hecho en Puerto del Rosario. Pero, al día siguiente, Vox votó a favor de las prospecciones, «y se montó un lío en Fuerteventura». Entonces, desde la dirección del partido le pidieron que dijera que se había sacrificado votando en contra de las prospecciones, algo a lo que se negó: «No tengo necesidad de hacer el ridículo».
A partir de entonces, cerraron la sede de Fuerteventura, se le abrió un expediente disciplinario y se produjeron algunos insultos por parte de algunos dirigentes. Entonces decidió que no podía seguir con estas personas. Según se ha publicado en algunos medios de comunicación, dirigentes de Vox podrían tener terrenos en la isla que se beneficiarían de las prospecciones.
«Soy antifascista»
Rastrero entiende que la política social y municipal ha sido «absolutamente abandonada por parte del partido» y quiere pensar que no se ha afiliado a un partido fascista: «Soy antifascista».
Considera que el ochenta por ciento de los afiliados son trabajadores «cansados de la corrupción y de pagar impuestos para ellos». Afirma que si se han colado fascistas en ese partido, tienen un problema, pero afirma ser cierto que en las comunidades autónomas se han metido «personas arribistas».