El viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias achaca la situación de algunos centros a la situación de colapso que sufren las islas.
El viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Francis Candil, asegura que, en todo momento, se ha buscado atender a los menores migrantes en las mejores condiciones posibles, algo que no siempre se ha podido cumplir debido a la importante presión a la que han estado sometidas las infraestructuras en los últimos meses.
Así, respecto de la situación en el centro de acogida de la Casa del Mar en Lanzarote, recuerda que en el mes de mayo se hicieron controles e inspecciones en el centro y la decisión que se tomó fue cerrarlo cuando fuera posible. Señala que, en los últimos meses, el centro había sufrido un incendio y un deterioro de las instalaciones. Desde entonces, señala, se hicieron algunas obras para la mejora de las instalaciones.
Cincuenta centros en los últimos meses
Recuerda que Canarias gestiona ochenta centros para atender a los menos, de los cuales cincuenta se han abierto en los últimos meses, unos en mejores condiciones que en otros, «pero en todos se ha buscado que tuvieran las instalaciones pertinentes».
No obstante, indica que los centros nacen con la vocación de cerrarse «tan pronto se alcance un acuerdo para el traslado de los menores», porque la situación es «una emergencia social» en la que ni siquiera se puede encontrar el número de profesionales necesarios para atender a estos menores.
Optimismo
Sobre el traslado de migrantes a otras comunidades autónomas, Candil quiere ser optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con las distintas comunidades autónomas en la cumbre del próximo 18 de julio, que se celebrará en Canarias.