El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta, asegura que su isla es “la peor dotada en equipamientos sanitarios y en número de profesionales del sector”
El Cabildo de Fuerteventura ha demostrado en estos días que es una corporación solidaria y efectiva en la adquisición de material sanitario para combatir el corronavirus, concretamente al aeropuerto de Fuerteventura llegaba en esta semana un cargamento con más de 50.000 test de Covid-19, que aunque ha sido sufragado con fondos del Servicio Canario de Salud, la contratación y transporte lo ha gestionado directamente la adminitración insular que preside el socialista Blas Acosta.
El presidente el Cabildo Insular ha dicho hoy que no es ningún "héroe", y que esa gestión se ha hecho gracias a "la suerte y los contactos adecuados", que no son otros que "el Länder de Berlín y compañias aéreas alemanas". La partida con el material sanitario se ha puesto en manos de la Consejería de Sanidad del Gobierno canario para su distribución entre las islas, porque Fuerteventura "tampoco dispone de las máquinas necesarias".
En este punto Blas Acosta ha puesto de manifiesto que su isla sigue siendo "la peor dotada en equipamienntos sanitarios y en número de profesionales del sector". No obstante, el Cabildo está poniendo todos los recursos necesarios para combatir el coronavirus con un "Plan Insular de Emergencia" que incluye la desinfección de lugares públicos de la isla y la ayuda a pymes, autónomos y a la población vulnerable.
En otro orde de cosas, el presidente del Cabildo de Fuerteventura ha criticado que desde el Servicio Canario de Salud se hayan estado realizando inspecciones sanitarias en los Centros de Menores No Acompañados, MENA, una actuación que para Blas Acosta supone una desconfianza con la gestión que realiza el propio Cabildo de estos centros.