→ «900 personas no van a trabajar cada día y la mitad no están enfermos» → «El Gobierno debe tomar conciencia del absentismo y agilizar la inspección médica» → «No entiendo las manifestaciones en contra del turismo»
El consejero delegado de Dinosol, Javier Puga, asegura que uno de los principales problemas que tiene que enfrentar la empresa es la dificultad para cubrir los puestos de trabajo en determinadas zonas del Archipiélago.
Señala que, actualmente, tienen pendiente de cubrir unos setenta puestos de trabajo en Lanzarote y Fuerteventura, sobre todo en las zonas turísticas de ambas islas, porque les cuesta «la vida» encontrar candidatos «y no nos duran demasiado».
El problema de la vivienda
Afirma que es cierto que en esas zonas existe un problema de vivienda, por el alto precio de los alquileres. Incluso hay hoteles con un ala entera cerrada por falta de personal: «No entiendo las cifras de paro que existen y que haya estas vacantes».
Asegura que su empresa está tratando de encontrar soluciones a los problemas de la vivienda de sus empleados, pero la legislación vigente complica mucho encontrar soluciones. Así, es posible que se contabilice la vivienda como sueldo en especies, que se consolida con el tiempo, a la vez que, una vez que el empleado se desvincula de la empresa, no se le podría quitar la vivienda.
Absentismo laboral e inspección
A este problema se une el del absentismo laboral, con hasta 900 personas que faltan al puesto de trabajo cada día. Javier Puga señala que hay un porcentaje, en torno a la mitad, que están enfermos «y otra mitad que claramente no lo está». Considera necesario que el Gobierno tome conciencia y agilice la inspección médica.
Beneficios e incrementos salariales
Sobre las manifestaciones convocadas el próximo 20 de octubre en zonas turísticas, Puga afirma que no puede entenderlas, aunque encuentra razonable que se pida que parte de los beneficios lleguen a los trabajadores. No obstante, considera que se debería ser más flexible en la legislación, de tal forma que se pudiera pactar que, cuando las cosas vayan bien, se participe en los beneficios, pero que se puedan quitar «cuando no vayan tan bien».