Jimena Delgado: «Las Palmas de Gran Canaria huele a orín de rata»

Jimena Delgado en los estudios de El Espejo Canario

Jimena Delgado en los estudios de El Espejo Canario

→ «No solo no ha cambiado al concejal de limpieza, sino que ha utilizado malas artes en los plenos» → «Era nuestra obligación presentar una denuncia por lo ocurrido en la Sociedad de Promoción: saltaron todas las alarmas al ver la cantidad de irregularidades» → «La Metroguagua no terminará nunca, y es posible que cuando termine ya sea una nave espacial».

La diputada nacional del PP y portavoz de su partido en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, asegura que la ciudad «huele a orín» y, últimamente, «a orín de rata», con contenedores de basura a rebosar y con «pegotes» en el suelo que «dejan pegados» a quien los pisa. Así resume la situación de limpieza e higiene de la capital. 

Afirma que, frente a esto, el grupo de gobierno, presidido por la alcaldesa Carolina Delgado, no solo no ha cambiado al concejal de limpieza, sino que «ha utilizado malas artes en los plenos».

Las «malas artes» del grupo de gobierno

Señala que el grupo de gobierno ha enviado a dos técnicos municipales a los distintos barrios para que las asociaciones de vecinos firmen un documento diciendo que la ciudad está «limpísima» y que el concejal «es el mejor de la historia».

Indica que, además, han manipulado la participación ciudadana en los plenos municipales, en los que, a su juicio, han participado afiliados del PSOE para decir que la ciudad estaba «estupenda». Asimismo, desde la alcaldía se ha enfrentado a los ciudadanos que estaban fuera del consistorio en la manifestación con los que estaban dentro. 

La metroguagua: una nave espacial

Sobre el proyecto de Metroguagua, recuerda que la obra comenzó en el año 2017 bajo el mandato del alcalde Juan José Cardona, con la previsión de que estuviera terminada en el plazo de cuatro años: «Era un proyecto con todo el sentido». 

Sin embargo, tras siete años de obras, aún no se ha puesto en marcha, a pesar de que se ha gastado «muchísimo dinero» y prevé que se llegará a los 200 millones de euros. Señala que, al ritmo que se va, la obra «no se terminará nunca» y es posible que pase tanto tiempo que, cuando se inaugure, ya sea «una nave espacial». 

Sociedad de Promoción y Geursa

Sobre los distintos asuntos judicializados en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Delgado recuerda que en el de Geursa se han limitado a recoger las noticias que se han publicado y que se han personado en la causa para poder acceder al sumario, «pero no hemos presentado ninguna querella».


Respecto de la Sociedad de Promoción, indica que era su obligación investigar los casos que se estaban detectando al ver la, a su juicio, gran cantidad de irregularidades. Asegura que esperaron a ver si Carolina Darias investigaba los casos y llegaron a elaborar un dossier de más de trescientas páginas que presentaron a la alcaldesa sin que esta quisiera recogerlo.

Señala que hay casos de abusos de contratos de menor cuantía y siempre con las mismas empresas. Apunta que nunca han hablado de una empresa en concreto, pero reconoce que en la denuncia aparecen nombres de entidades, pero recalca que es «un documento privado». 

La cuestión migratoria

Sobre la cuestión migratoria, Delgado, que es diputada nacional del PP, señala que se trata de un problema «nacional y europeo» y que, desde el Gobierno de Canarias se están haciendo todos los esfuerzos, cosa que, a su juicio, no se hizo durante el anterior mandato de Ángel Víctor Torres.

Considera que hasta que no se frene la llegada no se resolverá el problema y entiende que no existe política migratoria, con la ayuda de Frontex que es «el primer paso». Considera que, por este motivo, espacios como el Canarias 50, en el barrio de La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria, que era un espacio reclamado por los vecinos, se ha convertido en un centro de acogida permanente de inmigrantes. 

Asegura que los vecinos se quejan de que cuando el centro cierra, los migrantes se quedan fuera comportándose «como se comportan los chicos jóvenes» y apunta que los vecinos tienen miedo y se ven obligados a acompañar a sus hijas a las paradas de guaguas.