El alcalde de Santa Cruz de Tenerife defiende que se tenían que haber reforzado algunas medidas y denuncia la falta de coordinación con el Gobierno canario y el Cabildo.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, afirma que subir a Tenerife al nivel 3 de seguridad ante la pandemia de la covid-19 es “un golpe difícilmente asumible” para el sector de la hostería y la restauración de la isla.
Señala que se trata de un sector con mayor presencia en Tenerife que en cualquier otra isla, por lo que el daño que se les hace resulta mayor: “Hay muchos restaurantes que no podrán abrir porque no podrán poner terrazas”. Por ese motivo, entiende que hubiese sido más apropiado reforzar el nivel dos en el que se encontraba en ese momento la isla: “Creo que en este caso, teniendo en cuenta el mazazo a la hostelería, se podía haber hecho”.
Falta de coordinación
Aún así, reconoce que le falta información, porque no ha habido ningún tipo de coordinación con el Gobierno canario desde el año pasado. Señala que la última reunión fue en noviembre del año pasado y la siguiente tendrá lugar este jueves. Bermúdez confiesa tener “pocas esperanzas” en la cita de esta tarde “cuando se produzca después de que se tome la medida”.
Bermúdez señala sus dudas sobre que las decisiones estén basadas en datos contrastados. Así, no acaba de entender por qué se comparan los datos de personas infectadas, pero no los de ocupación de las UCI, “cuando son similares en Gran Canaria y Tenerife”: “¿Alquien me puede decir cómo eso se produce?”. Se niega a pensar que es porque en Tenerife “hay otros estilos de vida o que se dedican a hacer botellones todos los días y el resto de las islas, no. O se apoya en una investigación, o mejor que no se diga”.