El prestigioso vulcanólogo señala que el método para predecir la evolución de la erupción es "el sentido común" de observar lo que ha ocurrido en el pasado.
El prestigioso vulcanólogo canario, Juan Carlos Carracedo, alaba el trabajo realizado por las organizaciones científicas en la gestión de la crisis del volcán de La Palma: “Las cosas se están haciendo perfectamente, con un manejo de la crisis perfecta, y hay que dejar que la gente lo haga tranquilamente”. Afirma que la situación es muy distinta a la del año 2011, con la erupción en La Restinga, en El Hierro, cuando, a su juicio, “se dijeron disparates”, aunque reconoce que, tal vez, el tono de su crítica fue desafortunado.
Con respecto al volcán de La Palma, afirma que es distinto al del Teneguía, que fue de un orden de actividad menor y su ubicación estaba alejada de casas. En aquel suceso murieron dos personas, mientras que en este no hay víctimas, lo que demuestra “el buen manejo de la crisis”.
Sobre su posible evolución se muestra cauto e indica que los geólogos usan una técnica de “sentido común”, que es considerar que lo que puede ocurrir en el futuro se parecerá a lo que ha ocurrido en el pasado.