Tras su dimisión en el CGC, el exconsejero descarta abandonar la política activa y preparará su vuelta con Sí Se Puede para trabajar por un proyecto de cambio
A escasas 24 horas de haber comunicado en rueda de prensa su renuncia a los cargos de gobierno que ostentaba en el Cabildo de Gran Canaria, el ya exconsejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana y vicepresidente segundo Juan Manuel Brito visitó los estudios de El Espejo Canario en Las Palmas de Gran Canaria para explicar que la decisión tomada “fue meditada” antes de recibir el informe jurídico del Secretario de la corporación insular, solicitado por el presidente Antonio Morales (Nueva Canarias), en el que estipula que “por imperativo legal” del nuevo marco autonómico, debía cesar en sus cargos de gobierno y ser considerado miembro no adscrito, dejando “a las facultades discrecionales del Presidente en su función de dirección de la acción del gobierno insular”, aunque dijo que “se expresó cuando se tenía que expresar” y afirmó desconocer las razones por las cuales Morales le hubiera apoyado en el caso de haber querido continuar en las labores de gobierno que ostentaba hasta ayer.
Según Brito, en la reunión mantenida con Antonio Morales a primera hora de ayer, “le expresé mi opinión y le di mis razones para dejar los cargos y el acta” sin dejar a la potestad del presidente la decisión de seguir o abandonar “porque a mí me gusta tomar mis propias decisiones”, que adoptó tras “valorar la situación política” de inestabilidad en la que podía quedar “un gobierno que creo que no debe estar en esa dinámica” además de aspectos “personales y humanos que también pongo en la balanza” porque “yo no he venido a la política para sacrificar lo humano y esta larga situación ya estaba afectando a mi entorno familiar”.
Juan Manuel Brito justificó el tiempo transcurrido entre conocer que por la Ley de Cabildos sobre transfuguismo debía pasar a ser miembro no adscrito y hacer pública su renuncia en que “necesitaba un periodo de reflexión y, además, había que esperar a ver en qué escenario nos encontrábamos con toda su seguridad”. Igualmente, aseveró desconocer si el presidente Morales (NC) ha recibido presiones de su partido o de sus socios en el tripartito insular, Partido Socialista Canario (PSC) y Podemos (P’s), para retirarle su apoyo durante este periodo aunque, de haber existido, “me parecería normal, estaría dentro de lo lógico”. Brito aprovechó para desmentir “la vieja amistad” que se le ha adjudicado con Morales con el fin de ‘explicar’ el respaldo que ha obtenido del presidente insular: “Siempre me he sentido absolutamente apoyado”, dijo, “pero se trata de una relación cordial que ha ido ganando en confianza” mutua a lo largo de su labor como consejero.
La batalla con Podemos
“Que hay un conflicto entre Sí Se Puede (SSP) y P’s no lo puede negar nadie”, reconoció el fundador de SSP, en relación al argumento de doble militancia que, entre otros, esgrimió la Comisión de Garantías Estatal de la formación morada para justificar su expulsión y que ha desembocado finalmente en su salida del Cabildo de Gran Canaria y entrega del acta al partido con el que concurrió a las elecciones autonómicas del pasado mayo.
“Las discrepancias forman parte de la vida política”, continuó el exconsejero, “y no se me puede expulsar por ello, sino por incumplir las normas de un partido”, situación que, entiende, no se ha producido ya que Podemos, en las suyas, admite la doble militancia “y por eso [el de su expulsión] se trata de un expediente ilegal e irregular”.
Brito admite que este no puede ser el único motivo de sus desencuentros con la dirección regional de P’s, trascendidos a la opinión pública en numerosas ocasiones desde que accediera al gobierno insular. El fundador de SSP recurrirá su expulsión por vía judicial, porque está convencido de que “los tribunales me darán la razón”.
Mientras tanto, en el periodo de ‘tranquilidad’ al que se enfrenta tras su renuncia, se dedicará a “retomar mi vida familiar, descansar un poco, terminar dos investigaciones que tengo pendientes, seguir trabajando para el proyecto político SSP en Gran Canaria y esperar a que se revoque en los tribunales mi expulsión para volver a ser miembro activo de Podemos”. De ganar la candidatura de Íñigo Errejón —para quien ha pedido el voto— en el congreso de Vistalegre II que se celebrará en próximo fin de semana, Brito está dispuesto a colaborar con los errejonistas desde SSP “por un proyecto de cambio para Canarias”. No así, sin embargo, con el sector pablista, del que forma parte la dirección regional morada, al que acusa de tener “secuestrada” la organización.
La izquierda canaria
“Yo creo que la dinámica política canaria no va a dar lugar a la hegemonía de un espacio político único”, ha dicho Brito en relación al futuro que le espera a las formaciones de izquierdas en el Archipiélago tras los conflictos internos que están viviendo. “El gran peso de la insularidad y la diversidad de actores políticos va a obligar a ponerse de acuerdo” para configurar “un proyecto común de cambio”, reflexionó, “y esta es mi idea de hacia dónde debemos trabajar”. “Nueva Canarias”, continuó, “tiene un peso específico en Gran Canaria pero no en otras islas” donde otras fuerzas tienen mayor implantanción y respaldo electoral con las que habría que articular su idea de ‘izquierda canaria’ ya que no piensa abandonar la actividad política —ni la posibilidad de volver a tener un puesto de responsabilidad— “porque si dejo la política dejo de ser yo, forma parte de mi vida y no podría entenderme a mí mismo” sin ella.
En este sentido, continuará trabajando desde Sí Se Puede, “que no se va a disolver”, en cuyo congreso a celebrar el próximo junio se decidirá qué rumbo debe adoptar la organización para establecer las alianzas necesarias, incluido P’s, que permitan construir un espacio más favorable para las izquierdas.
Por otra parte, “más que a los problemas democráticos derivados de una Ley Electoral”, en referencia a la canaria, Brito señaló a “las transferencias y peso político que están recibiendo los Cabildos sin reflexionar sobre la democratización o el papel político que están jugando” dichas instituciones, “claves para entender y construir el futuro político de Canarias”.