La abogada Acerina Almeida achacó a la falta de comunicación interna del Banco de Santander el hecho de que intentaran embargar su casa a una familia a pesar de que estos habían pagado los atrasos de la hipoteca que tenían a su cargo. Posteriormente la Justicia rechazó el embargo debido a la existencia de dos cláusulas abusivas en el contrato. .
La abogada valoró como "sensible a los consumidores" la actuación de los tribunales en Gran Canaria respecto de casos como estos, lo cual no significa que siempre vayan a fallar a favor de estos. "En general las entidades bancarias lo tienen super complicado para salirse con la suya ante unos tribunales que atiende la doctrina del Supremo, de los tribunales europeos y de la jurisproducencia que ellos mismos están creando".
En su caso, la nulidad afectó a la cláusula de intereses de demora, que incrementaba en diez puntos el tipo de interés remuneratorio, y a la de vencimiento anticipado, que permite la resolución con el incumplimiento de un solo plazo.