El secretario general del sindicato de enfermería, Satse, señala que uno de los problemas del servicio es la alta presión asistencial que, en algunas ocasiones, se traducen en situaciones de violencia.
El secretario general del sindicato de enfermería, Satse, Leopoldo Cejas, considera que el proyecto de mejora de la atención primaria, presentado recientemente por el Gobierno de Canarias, viene avalado por un esfuerzo en aras de conseguir una mayor agilidad en la prestación del servicio. No obstante, entiende que creer en su viabilidad es una “cuestión de fe”, porque ya antes se han presentado proyectos que han desaparecido por falta de efectividad.
Entiende que el problema que hay que resolver es el de la alta presión asistencial, que sufren tanto la medicina como la enfermería, de forma distinta, pero en la misma medida. Señala que esta situación se traduce en un cierto número de agresiones que, lejos de disminuir o estancarse, está mostrando repuntes.
Incremento de agresiones
Apunta que, a diario, se producen intimidaciones y acosos, que han subido “de una forma espectacular”. Apunta que el 52% de este tipo de situaciones se explican por la mala organización en la prestación del servicio, algo sobre lo que no pueden intervenir los profesionales. Además, de las 300 agresiones anuales, apenas el diez por ciento llega a la fiscalía, por lo que se genera una situación de impunidad.
Avanzar sin premuras
Cejas considera necesario un proceso de normalización y evitar las premuras “y que todo tenga que ser sobre la marcha”. Señala que aún hay servicios con la cita previa bloqueada, por lo que no es muy optimista y entiende que se necesitará un plazo de entre seis meses o un año para volver a una cierta normalidad en la asistencia sanitaria.