El candidato a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria por el PP no descarta llegar a acuerdos con ningún partido, incluido Vox y Unidas Podemos.
El candidato a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria por el PP, Miguel Jorge Blanco, está convencido de que el vuelco político «es una posibilidad» en todos los lugares donde su partido presenta candidaturas.
«Hartazgo generalizado»
A este respecto, recuerda que en Canarias se suelen seguir las pautas de la política nacional, por lo que entiende que las buenas perspectivas electorales de Alberto Núñez Feijóo se reflejarán en las islas. Esto es así, dice, porque existe un «hartazgo generalizado» con las políticas del presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, «y la izquierda en general».
No descarta, tampoco, que Jimena Delgado pueda dar «una gran sorpresa» en Las Palmas de Gran Canaria, de la misma forma que ve razonable un triple empate en el Cabildo con Nueva Canarias, PSOE y PP con similar número de consejeros.
Sumar en el PP
Para desequilibrar la balanza, Blanco pide a los votantes que den el voto al PP porque, a su juicio, es el único partido capaz de propiciar el cambio político. Pone de ejemplo el caso de Unidos por Gran Canaria, que, en su opinión, atrae a votantes tradicionales del PP. Apunta que su su campaña se ha basado en convencer a la ciudadanía de que se sumen «a la gran mayoría» porque, en caso contrario, «es un voto tirado a la basura».
Afirma que una de sus virtudes es la capacidad de alcanzar acuerdos y apunta que es capaz de alcanzar un pacto con el PSOE y con Nueva Canarias. No pone ninguna «línea roja», ni siquiera a Vox ni a Unidas Podemos. Señala que su objetivo es poner «el programa por delante».
Un programa «capaz de influir»
Señala que su objetivo al frente del Cabildo de Gran Canaria es poner la maquinaria «a trabajar». Recuerda que la corporación tiene más ingresos que nunca, pero la ejecución presupuestaria es «muy deficiente».
Pone de relieve las carencias en las políticas sociosanitarias, el «panorama desolador» en la vivienda pública, en la que no se ha construido una sola vivienda y, en materia de movilidad, Antonio Morales «se ha puesto de perfil para no molestar al Gobierno de Canarias».
A su juicio, en turismo tampoco se han hecho «los deberes», con zonas degradadas, como los centros comerciales de Maspalomas. Afirma que no es una cuestión de competencias, sino «de capacidad de influir».