El diputado de Nueva Canarias considera que pueden surgir problemas con las distintas interpretaciones de los tribunales de justicia.
El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, afirma que si llegado el próximo 9 de mayo los datos de la pandemia de la covid-19 no son buenos, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, “tiene que repensar” extender el estado de alarma. A juicio de Quevedo, si bien las comunidades son las que están gestionado ahora la pandemia, lo hacen bajo el amparo de ese estado de alarma, pero si este decae, serán los tribunales de justicia los que vuelvan a tener la última palabra sobre las medidas que se adopten: “Sánchez lo tiene que volver a reflexionar”.
Respecto de las decisiones sobre las suspensiones de algunas vacunas debido a sus efectos secundarios, Quevedo señala que no debería tomarse ninguna decisión política sin datos científicos que lo respalden, “pero este asunto se ha politizado desde el primer minuto”. Apunta a alguna “campañita comercial” que se pueda estar haciendo, porque “si no, no se entiende este bombo y platillo con unos pocos casos”. Asegura que, en asuntos sanitarios, las farmacéuticas acaban mandando más que los gobiernos “y no será porque no se ha denunciado históricamente. Tienen un poder excesivo sobre la salud de la gente”.
Campaña en Madrid
Quevedo se muestra “atónito” con la utilización política de algunos temas en la campaña de las elecciones en la Comunidad de Madrid. Afirma que esa región se ha convertido en un referente de la correlación de fuerzas en el conjunto del Estado: “Escucho a Ayuso diciendo cosas terribles, con unos datos terroríficos en Madrid, a Gabilondo, que ha estado escondido, con un perfil bajísimo, el de Ciudadanos diciendo que va a volver a pactar con Ayuso, la izquierda con Podemos y Más Madrid matándose. Vaya panorama”.
Está seguro que las elecciones en Madrid no tendrán influencia sobre la correlación de fuerzas en la política nacional porque se da por descontando que “Madrid se ha convertido en el bastión de la derecha y la extrema-derecha española”. Asegura que si alguien tendrá problemas con la victoria del PP no será el Gobierno español, sino el presidente de los populares, Pablo Casado.