Aunque aceptaría la moción de censura en el Cabildo de Lanzarote “por ser un instrumento democrático”, el presidente desafía a que “cuadren los números” entre las fuerzas de la oposición para desalojarlo de la corporación tras afirmar que el PSC-PSOE de la isla "no es un partido de fiar".
“No creo que la moción de censura en el Cabildo vaya a salir; si los números dieran, quienes la urden ya la habrían presentado”, ha dicho a El Espejo Canario el presidente de la corporación Pedro San Ginés (Coalición Canaria), quien ha añadido que “en cualquier caso, es un instrumento democrático que aceptaré con deportividad política si llega”. La posibilidad de desalojar de la presidencia insular a CC sobrevuela en el ambiente conejero desde que, a finales del verano, el Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) abandonara el pacto de gobierno que mantenía con los nacionalistas. Circunstancia que el presidente aprovecha para señalar a los socialistas como “partido poco de fiar” y de “buscar excusas peregrinas para abandonar el gobierno”.
San Ginés lamenta las acusaciones de «soberbia, prepotencia y dificultad de trato» que le endilgan otras formaciones políticas presentes en el Cabildo y promete “tratar de mejorar mis habilidades sociales”, pero cree que no son reales “porque respeto muchísimo a los socios de gobierno a los que he tenido el honor de presidir”, pero echa de menos “la crítica política” más que la personal.
La imputación del presidente en el caso de la planta desaladora —“de carácter administrativo”, no por corrupción— para explicar su cuestionamiento por el Partido Popular (PP) o por Ciudadanos (C,s), sirvió a San Ginés para admitir que “en Arrecife es cierto que las cosas no funcionan bien”, y para desvelar que, en el Cabildo, se enteró de que había dificultades para gobernar “un minuto antes de la rueda de prensa del PSC” y de que “abandonaba el gobierno por whatsapp”.