El senador se felicita por el archivo de la denuncia del consejero «tránsfuga» y afirma que fue parte de una «estrategia» de Dolores Corujo para mantenerse en el Cabildo de Lanzarote.
El senador de la Comunidad canaria, Pedro San Ginés, se felicita de la desestimación del recurso del ex consejero del Cabildo de Lanzarote, Juan Manuel Sosa, por el archivo de la demanda presentada contra él por presuntas coacciones en el caso de cobros indebidos.
La Audiencia Provincial de Las Palmas ha archivado la demanda que San Ginés interpreta como un capítulo más de «las muchas estrategias» que pergeñó el tránsfuga con la anterior presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo, para dilatar su proceso de expulsión mientras seguía cobrando de manera ilegal del Gobierno de Canarias», una cantidad que estima en 300.000 euros y que espera que el Gobierno le reclame.
«Negligencia» en el ciclo integral del agua
En otro orden de cosas, San Ginés insiste en la denuncia de la «negligencia» de la corporación dirigida por Dolores Corujo en el ciclo integral del agua de Lanzarote. Recuerda que, durante el mandato en la presidencia de San Ginés, la empresa Canal Gestión ganó el concurso con el compromiso de invertir más de cien millones de euros.
La mitad del dinero se debía destinar al pago de la deuda contraída por la empresa pública que lo gestionaba anteriormente, y la otra mitad debía destinarse a inversiones. San Ginés señala que durante el mandato de Corujo en la presidencia del Cabildo, no se hizo «absolutamente nada» en el ciclo integral del agua y la acusa de actuar con «negligencia» en el control de las inversiones.
«Abandono total» en inmigración
Sobre la situación de la inmigración en la isla, San Ginés señala que es de «un abandono total» por parte del Estado, lo que provoca el «hartazgo de la población». Acusa al PSOE de llevar a cabo un «juego de trileros» en el que se permite acusar al presidente canario, Fernando Clavijo, «cuando es el único que se ha preocupado y ha estado haciendo el trabajo del Gobierno central». Le preocupa la impotencia «absoluta» que se está generando «ante una actitud que raya lo indecente».