San Bartolomé frenará, mediante una ordenanza, las sanciones a residentes en complejos turísticos

Pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana | Foto: Ayuntamiento SBT

Pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana | Foto: Ayuntamiento SBT

Alejandro Marichal, primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo y Vivienda del municipio del sur de Gran Canaria, asegura que la medida no perjudica a nadie, porque esas viviendas no han impedido alcanzar récords turísticos.

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana frenará las sanciones a residentes en complejos turísticos y tramitará una ordenanza provisional que compatibilizará los usos mixtos, residencial y turístico.

«Esto no significa cambiar el uso»

Alejandro Marichal, primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo y Vivienda del municipio del sur de Gran Canaria, asegura que, desde hace décadas, antes incluso de la Ley de Ordenación del Turismo de 1995, ha habido muchas personas viviendo en las zonas. turísticas. Pero el anterior gobierno canario comenzó con una serie de expedientes sancionadores, con posibilidad de afectar a más de 15.000 personas en el municipio.

Por ese motivo, el Ayuntamiento ha decidido modificar el Plan General de Ordenación Urbana para que no se puedan iniciar más expedientes sancionadores y, por vía de urgencia, modificar el plan. Así, en el último pleno se declaró la situación de urgencia, lo que se traducirá en una ordenanza especial que posibilitará que las parcelas urbanísticas sean compatibles con el uso residencial, «sin que esto signifique cambiar el uso».

Una reforma del modelo turístico

Asegura que con esta medida «no pierde nadie», pues entiende que esto no puede afectar a la industria turística cuando lleva décadas sucediendo mientras el turismo bate récords de visitantes: «Esto no es una opinión, son hechos». Por tanto, entiende que lo que defienden determinados miembros del sector turístico es «una falacia».

Afirma que esta medida debe servir para sentar las bases para llevar a cabo una reforma del modelo turístico, en la que no se trate el sector turístico como si fuera «un polígono industrial», incompatible con la convivencia, algo más propio de países en vías de desarrollo: «No es ese el modelo que nosotros defendemos».