Nieves Lady Barrreto, consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias: “Se ha reactivado el fuego en algunos puntos. Hemos dispuesto un operativo en Los Llanos de la Pez para contenerlos”.
Ferrán Dalmau, experto en incendios forestales: “Tenemos que revisar la gestión que, como sociedad, estamos haciendo de los montes. Los incendios son cada vez más virulentos” .
Nieves Lady Barrreto | Gobierno de Canarias
“Aunque se habían reactivado algunos puntos, la noche pasó medianamente tranquila”, ha informado a El Espejo Canario la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barrreto, sobre el incendio que el pasado miércoles se desató sobre la cumbre de Gran Canaria, afectando el perímetro de cinco municipios de la isla. Sin embargo, a primeras horas de la mañana, en una de las caras que se había contenido estaba reavivándose el fuego debido a los vientos que se han levantado, de hasta 90 kilómetros por hora, por lo que se han destinado efectivos de refuerzo en Los Llanos de la Pez.
La previsión del comportamiento del viento es que, a partir del mediodía, empezaría a bajar, por lo que “el plan de extinción del Cabildo de Gran Canaria” se mantiene para intentar contener los focos activos.
Igualmente, ayer se comunicó a los evacuados que podían volver a sus casas, “regreso que ha quedado bajo la coordinación de los Ayuntamientos”, señaló la consejera, “y comienzan los trabajos de valoración” de los daños en las viviendas y enseres, que los vecinos deben notificar en cada corporación municipal “para activar el plan de ayudas y subvenciones”.
Para conocer el origen del fuego “habrá que esperar a que las fuerzas de seguridad del Estado hagan su labor”, continuó Barreto. De momento, las carreteras han vuelto a ser abiertas bajo “la recomendación de no utilizarlas” en lo posible para “no dificultar las labores de extinción” que aún faltan.
Ferrán Dalmau | Experto en incendios forestales
El ingeniero de la empresa MEDI XXI GSA y asesor del Cabildo de Gran Canaria destacó, por su parte, “el dolor que produce cuando se quema un monte que, además, conoces”. Dalmau, que hace poco recomendó un plan contraincendios a los propietarios de las instalaciones turísticas que se encuentran en torno a la Cruz de Tejeda, donde empezó el incendio, lamentó que “la gente no los tenga en su agenda como algo prioritario”, aunque no quiso abundar en este aspecto para no hurgar en la herida. Dalmau prefirió incidir en el viejo lema institucional de «Cuando un bosque se quema, algo tuyo se quema» para señalar que “se pierde un valor ambiental y paisajístico” que es de todos.
A la confluencia de lo que los técnicos llaman «los 4-30» [vientos de +30 Km/h; temperaturas por encima de los 30ºC; humedad ambiental por debajo de 30%; y pendientes escarpadas de más de 30º] que favorecen el avivamiento y avance de las llamas, Dalmau sugirió añadir una quinta: “Más de 30 años de abandono del espacio agro-forestal”, lo que provoca que “los incendios sean cada vez más virulentos”. En Chile, dijo, “este año se han producido incendios que caminan a 8.000 hectáreas la hora”, por lo que se les denomina de “sexta generación”.
El experto, quien puntualizó que “conozco muy bien el operativo del Cabildo, puedo asegurar que es una unidad de élite y, de hecho, forman a profesionales de la Península”, considera “de mal gusto” las críticas que está recibiendo “cuando la gente todavía se está jugando la vida para apagar el incendio”. “Cuando el fuego se apague”, prosiguió, “harán una reunión técnica para valorar qué se ha hecho bien o mal para mejorar” pero, mientras tanto, se mostró convencido de que la Unidad ha hecho lo que las condiciones meteorológicas, orográficas y la dejación social han permitido.
Por último, Ferrán Dalmau entiende que, por las características de cómo se inició el fuego, con llamas de más de 20 metros desde el principio, “aunque hubiera habido allí un montón de bomberos, seguramente no podrían haber atajado el fuego tal como subía”, en referencia a las críticas sociales vertidas sobre los responsables de haber cerrado el Parque de Bomberos de Tejeda en 2008, después del gran incendio de 2007. “Lo que toca es revisar la gestión que estamos, como sociedad, haciendo de los montes”, y no “echar la culpa de todo” a los profesionales cualificados que, en muchas ocasiones, entregan su vida para salvarlos.