Javier Lantigüa, gerente de la empresa para Canarias y África, señala la estrecha correlación entre el número de certificaciones y el incremento del PIB.
AENOR es una empresa dedicada no solo a la certificación, sino también a la transformación de los negocios, la asesoría, la transformación empresarial y el desarrollo de la información, con más de mil profesionales, 80.000 centros titulados en 87 países del mundo y con trece sedes en el extranjero.
Certificación y retos
Javier Lantigüa, gerente de la empresa para Canarias y África, destaca la importancia de la certificación en la transformación de la sociedad, hasta el punto de que se ha establecido una estrecha relación entre el número de certificaciones y el PIB de cada país. En el caso de Alemania, se ha valorado la influencia de la certificación en un aumento de hasta el 72% del PIB. Indica que esta relación tiene que ver con el hecho de que la certificación implica la identificación de los retos de crecimiento de la sociedad y las vías de superación.
Así, señala que hoy día el crecimiento económico está relacionado con los valores que demanda la sociedad, porque el 88% de los consumidores considera que tiene poder para cambiar el comportamiento de las compañías.
Por ese motivo, las empresas de certificación tienen que mantenerse a la vanguardia, lo que les lleva a que ahora busquen las innovaciones en el área de la sostenibilidad ambiental, social y económica, así como la digitalización. Así, AENOR trabaja ahora con una certificación muy novedosa, en colaboración con Microsoft, en el ámbito de la ética y la responsabilidad en la inteligencia artificial
Entes vivos
Lantigüa indica que los certificados son entes vivos, que se otorgan por un plazo de tres años con auditorías anuales en las que se pone sobre las mesa las áreas de mejora. La renovación del certificado requiere de una nueva investigación más exhaustiva, ya que puede que en ese plazo la empresa haya sufrido importantes transformaciones.
Valoración social
Considera que la sociedad valora mucho las certificaciones y está ya familiarizada con ellas. Además, entiende que los consumidores saben que detrás de cada certificación hay un alto nivel de exigencia, lo que permite una mayor confianza.
Lamenta la presencia, incluso en Canarias, de algunas empresas de certificación que no son tan exigentes y que están siendo investigadas por las distintas instancias encargadas del control.