Nicolás Hernández, presidente de la Asociación Canaria Atlántica, afirma que será un instrumento indispensable para luchar contra el intrusismo y la mala praxis.
Canarias contará en breve con un colegio oficial de detectives, una reivindicación de muchos años de la Asociación Canaria Atlántica, que aglutina a casi el noventa por ciento de los profesionales del sector.
Su presidente, Nicolás Herández, señala que la asociación se creó en 2014, pero desde 2017 comenzaron a trabajar en la posibilidad de la colegiación del colectivo, porque un colegio es una corporación de derecho público “que permite luchar mejor en defensa de los profesionales y de los contratantes, contra el intrusismo y la mala praxis”. Recuerda que, además, tienen que estar preparados para el momento en que el Gobierno canario asuma las competencias en seguridad privada, en la que se incluirá a los detectives.
Detectives, no espías
En Canarias hay unas cien licencias de detective, de las que la mitad están en ejercicio. Se trata, afirma Hernández, de una profesión muy sacrificada que requiere de una desmitificación, pues son profesionales sometidos a una legislación muy rigurosa: “No espiamos a nadie, ni nos pueden contratar para espiar al vecino porque sí o un maltratador para seguir a su esposa”. Señala que, cuando existen dudas, se pone en conocimiento de la policía, con la que se trabaja de forma estrecha.