Javier Velasco, presidente de Derecho a Morir Dignamente, afirma desconocer las causas debido a la falta de información por parte del Gobierno central y las comunidades autónomas.
Las solicitudes de eutanasia crecieron un veinte por ciento en el año 2023, siendo aceptadas el 44% de ellas, lo que supone seis puntos menos que el año anterior, una discrepancia a la que Javier Velasco, presidente de Derecho a Morir Dignamente, no encuentra explicación.
Señala que es difícil saber qué ha sucedido, debido al importante déficit de información tanto por parte del Gobierno central como de las comunidades autónomas, algo que dificulta el análisis de los datos. En el caso de Canarias, se concede la eutanasia a un tercio de los que lo solicitan, desconociendose lo que ha sucedido con los otros dos tercios: «Si no conocemos las causas, no podemos ponerle remedio».
Burocracia y desigualdades territoriales
Velasco pone de relieve el laberinto burocrático al que se ven sometidos los solicitantes y las importantes desigualdades entre comunidades autónomas, hasta el punto de que algunas de ellas registran hasta diez veces más de resoluciones afirmativas que otras.
Señala que la comisión de garantías, encargada de revisar los casos denegados, suele conceder el visto bueno a la eutanasia en una alta proporción, «pero recurrir no es sencillo, por la necesidad de asesoramiento».