Carmelo Padrón, presidente del consejo regulador de la denominación de origen, indica que aún queda por determinar cuál puede ser el destino de esas uvas.
Un estudio de la Universidad de Tarragona, encargado por el Cabildo de El Hierro, ha detectado la presencia de hasta ocho nuevas variedades de viñedos en la isla, según indica Carmelo Padrón, presidente del consejo regulador de la denominación de origen protegida de vinos El Hierro.
La isla contaba ya con veintiún variedades reconocidas, de las que unas catorce se utilizan para los distintos vinos de la denominación de origen. A estas se suman ahora esas ocho nuevamente descubiertas gracias a la comparación del ADN. El siguiente paso sería tratar de aislar las nuevas variedades, eliminar sus virus “y ver para qué puede servir cada una de ellas”. Esto tiene un importante coste económico, máxime si se quiere establecer alguna como una nueva variedad a nivel mundial.
Los hallazgos han estado repartidos por una isla que, desde que en 1540 se estableció el primer viñedo a nombre de un propietario inglés, ha ido proliferando distintos tipos de uva gracias a la entrada de variedades portuguesas, procedentes de Madeira, y sus diversas variaciones genéticas.