Abián Asael, farmacéutico comunitario e integrante de Jóvenes Talentos Farmacéuticos, nos explica qué factores atender y cómo responder a esta enfermedad.
El ictus es la segunda causa de muerte en España, la primera para las mujeres. Unas 130.000 personas la sufren cada año, el 35% de ellas aún en edad laboral. Una de cada dos no se recupera. Sin embargo, es una enfermedad que se puede prevenir en el 90% de los casos.
El ictus consiste en la alteración brusca del tránsito sanguíneo cerebral, ya sea en forma de una hemorragia o un infarto cerebral. Es importante conocer los síntomas, para detectarla de forma precoz. Los más importantes son la incapacidad para hablar, la pérdida de sensibilidad, la alteración brusca de la visión o el intenso dolor de cabeza. Entre los factores de riesgo se encuentran tener más de 60 años, la historia familiar, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol y la diabetes. Muchos de estos factores se pueden controlar, y en los que dependen de medicamentos, "es importante cumplir con las prescripciones médicas".
Para saber si una persona está sufriendo un ictus, se le puede pedir que sonría, que levante los brazos o que responda a una pregunta sencilla. Si fracasa en estos test, se debe llamar inmediatamente al 112 para que sean atendidos por un especialista y sean trasladados en ambulancia, "nunca se les debe trasladar por los propios medios".