Carmen Murías, oncóloga y médico estética de Hospitales San Roque, señala que los efectos de los tratamientos pueden influir en el bienestar emocional de los pacientes.
Padecer un cáncer no está reñido con la posibilidad de conservar todas nuestras potencialidades estéticas. Bien al contrario, mantener un buen aspecto físico repercute de forma muy importante sobre el bienestar de los pacientes, como indica Carmen Murías, oncóloga y médico estética en Ikigai by Hospitales San Roque.
Indica que la cada vez mayor supervivencia en cánceres como el de mama, en el que se producen trastornos como el adelanto de la menopausia, puede producir repercusiones en la autoestima de los pacientes. Por eso, Hospitales San Roque ha puesto en marcha un servicio que permite tratar estos problemas desde las fases más tempranas de la enfermedad hasta mucho después de que haya sido resuelta.
Las ventajas de la doble especialización
“Es algo que ayuda muchísimo a estas personas”, afirma Murias, que tras especializarse en oncología decidió hacer un máster sobre Medicina Estética para ayudar mejor a sus pacientes. Señala la importancia de haber cursado las dos especialidades, porque de esta manera se conocen mejor los efectos de los distintos tratamientos, sus efectos a medio y largo plazo y las técnicas más adecuadas para corregirlos.
El tratamiento aborda desde la caída del cabello en las fases del uso de productos químicos, hasta el momento en que se concluyen los tratamientos, cuando las personas quieren mejorar sus aspectos. Los tratamientos son completamente personalizados y adecuados a las necesidades de cada paciente.