El gasto medio de cada cruceristas que vista Canarias oscila entre los 50 y los 67 euros, uno de los más bajos respecto de sus competidores, según el responsable comercial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan Francisco Martín Naranjo.
Martín Naranjo señala que en los últimos seis años, el puerto de Las Palmas ha pasado de ocupar el tercer o cuarto puesto entre los de mayor tráfico crucerista de las islas atlánticas, a ocupar el primer lugar. A nivel nacional, el puerto ocupa el tercer lugar, por detrás de Barcelona y Baleares. “Los datos son buenos, con crecimientos sostenidos de más de dos dígitos y buenas perspectivas”, apunta. Estas perspectivas son posibles porque el mercado europeo continúa en crecimiento en base a la oferta de nuevos buques, lo que obliga al puerto canario a “prever los tipos de barcos y qué instalaciones debemos preparar para esos tráficos”.
El tráfico de cruceros en Las Palmas se debe, en un setenta por ciento, a su condición de puerto base, lo que significa “duplicar los pasajeros, pues unos embarcan y otros desembarcan”. Esto es positivo para la economía del puerto, pues se incrementan los ingresos por provisiones y servicios. Sin embargo, desde el punto de vista turístico, la ciudad sale perjudicada, pues ser puerto base significa menor estancia de los turistas “y menos excursiones y menos gastos en la ciudad”. Lo ideal, señala, sería “un 50% de puerto base y un 50% de tránsito”.
Martín Naranjo señala que el ser un puerto de tránsito depende del producto turístico que se ofrezca a las compañías de cruceros. Actualmente, el puerto de Las Palmas ha mejorado en todos los ratios de calidad, conectividad, servicios, etc., pero en el aspecto turístico aún se mantiene en posiciones inferiores, “aunque por encima del notable”.
Esto se traduce en menor gasto del turista, lo cual constituye el “punto negro de Canarias”. Las empresas, afirma, “quieren que las ciudades estén a la altura”. Por eso, el gasto medio del Mediterráneo está en unos 100 euros, frente a los 120 euros del Báltico. “En Canarias está entre 60-67 euros, mientras que en Madeira son casi 80 euros. Y en algunos sitios de Canarias no llega a los cincuenta euros”.
El responsable de la comercialización del Puerto indica que los puertos no viven de los cruceros, “incluso el puerto de Barcelona no ingresa más del 5% de su facturación”. En Las Palmas está en el 4%. Pero “es la mejor tarjeta de visita que un puerto puede presentar a la ciudad”.