Pablo José Pestano, presidente de la Asociación de Apicultores de Tenerife (Apiten), señala que aún hay zonas que no se han podido evaluar porque aún no es posible el acceso.
El incendio de Tenerife, iniciado el pasado mes de agosto, ha afectado a unas 1800 colmenas, aunque la cantidad puede ser aún mayor porque, como indica Pablo José Pestano, presidente de la Asociación de Apicultores de Tenerife (Apiten), aún hay zonas a las que no se permite el acceso y no se ha podido evaluar: «Desgraciadamente las previsiones se están cumpliendo».
Indica que aparte de las colmenas perdidas, está el problema de la pérdida de la producción por la interrupción de la campaña de recogida. En total, calcula unas pérdidas económicas de en torno a 1,5 millones de euros.
Indica que para recuperar la cabaña anterior es preciso, primero, recuperar el medio natural de vegetación, para lo cual se necesita una buena campaña de lluvias que no se prevén. En cualquier caso, para recuperar algunas especies vegetales se requerirán muchos años, lo que hunde en la incertidumbre a los apicultores.